La especiación es uno de los problemas clave en la evolución; sin embargo, la explicación del fenómeno en cada caso varía dependiendo del organismo del que se trate y del modelo científico que estemos utilizando. Hoy consideramos que existen fundamentalmente dos formas de especiación: la instantánea y la gradual.

La especiación instantánea sucede cuando una o dos especies progenitoras dan origen a otra especie en una sola generación. Un ejemplo de este tipo de especiación es la poliploidía, que es cuando se originan células, tejidos u organismos con tres o más juegos completos de cromosomas de la misma especie o de especies distintas, o con dos o más genomas de especies diferentes, es decir que según sea el material genético multiplicado puede ser auto o poliploidía. La poliploidía es una de las vías de origen más importantes de especies vegetales. Tanto así que se estima que 47% de las especies de angiospermas son poliploides, así como 1.5% de las coníferas y 95% de los helechos.

En cuanto a la especiación gradual se reconocen solamente dos formas: la simpátrica —de la que hablaremos en otra ocasión— y la alopátrica, también conocida como especiación geográfica. La teoría alopátrica sostiene que un acontecimiento extrínseco separa el acervo de genes únicos en varios acervos, y considera que los factores ecológicos desempeñan el papel principal después de que las poblaciones se han separado geográficamente. En otras palabras, la especiación alopátrica es la especiación por aislamiento geográfico.

Quizá el ejemplo más sonado para explicar la especiación es el de los pinzones de las Islas Galápagos, o “pinzones de Darwin”. Las Galápagos son un vasto archipiélago volcánico en el que se encuentran 233 cuerpos emergidos, entre islas islotes y rocas; de los cuales 18 tienen una superficie de por lo menos un kilómetro cuadrado. En el archipiélago habitan diversas especies, entre ellas los pinzones de Darwin, que son diferentes a los pinzones que habitan en Europa (Fringilla coelebs). Al igual que los pinzones europeos, los pinzones de Darwin forman parte de la familia Fringillidae, pero los pinzones de las Galápagos comprenden 15 especies divididas en cuatro géneros (Geospiza, Camarhynchus, Cactornis y Certhidae). De estas 15 especies, 14 son endémicas de las Islas Galápagos y una se encuentra en la isla del Coco (una isla perteneciente a la República de Costa Rica). Los estudios moleculares han demostrado que todos estos pinzones forman un solo linaje: son una rama de la familia de los fringílidos, cuyos parientes más cercanos se encuentran en la región continental de Sudamérica que va de Venezuela hasta Bolivia.

Desde hace más de un siglo, los pinzones que habitan en las Galápagos se consideran descendientes de un único linaje de aves que llegó a las islas desde el continente americano. Con el paso del tiempo, los cuerpos y el modo de vida de los pinzones se modificaron y comenzaron a ocupar distintos nichos ecológicos disponibles en el archipiélago de las Galápagos, lo que dio como resultado la diferenciación de la especie original en las 15 especies distintas que hoy conocemos. Esto, por supuesto, es un caso de especiación alopátrica.

Es importante recordar que todo modelo de especiación requiere de ciertos atributos biológicos básicos, por lo que no en todos los grupos de organismos pueden presentarse los mismos modelos. Por eso contamos en biología con diferentes modelos que dan cuenta de los procesos mediante los cuales se produce la especiación. De éstos, la especiación alopátrica es solo un ejemplo destacado.

Directora de la Facultad de Ciencias
de la UNAM

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