El presupuesto que el gobierno federal le ha otorgado a la Conade desde el año 2000 a la fecha ha sido impresionante. Tal vez usted no lo crea, estimado lector, porque en ocasiones parece que algunos de nuestros atletas están abandonados por falta de recursos, pero no, esa no es la causa. En seis años de Vicente Fox, fueron 4,500 millones de pesos los que se otorgaron al deporte, en el sexenio de Felipe Calderón 22,200 millones de pesos y en el actual gobierno llevan más de 20,000 millones de pesos en tan sólo 2 años y 5 meses.

Es por esta razón que me parece extraordinario que el recién nombrado director de la Conade, Alfredo Castillo, esté interesado en saber dónde quedaron esos cerca de 50,000 millones de pesos que siendo sinceros no se han visto totalmente reflejados en el desarrollo del deporte nacional y mucho menos en los proyectos de activación física y lucha contra la obesidad.

Los recursos federales son poco auditables y eso origina muchas irregularidades. Se convierte en un círculo vicioso, porque a los órdenes de control que destina la Función Pública para supervisar a las dependencias gubernamentales se les olvida fácilmente su labor y en muchas ocasiones se trasforman en cómplices de los malos manejos. Termina un sexenio y se le da vuelta a la página como si nada hubiera pasado. Podrá sonar totalmente ridículo, pero sería extraordinario que los auditores también fueran auditados.

Si de deporte hablamos, México es uno de los países del mundo que mayor presupuesto destina para el crecimiento de éste. Puedo asegurarles que desde el 2007 estamos entre las diez naciones que más dinero otorgan a esa área, sin embargo seguimos siendo el país con más obesidad en el mundo. Es un hecho que estamos haciendo las cosas incorrectamente. No sé si decir que no hemos sabido, o más bien, decidido, utilizar los recursos de una manera transparente y adecuada. ¿Usted se ha enterado de que algún federativo o dirigente del deporte municipal, estatal o federal haya puesto un pie en la cárcel? Por supuesto que no. Es por eso que la corrupción e impunidad son latentes en nuestro medio.

El actual dirigente de la Conade, como todos los que algún día estén a cargo de esta comisión, deben de procurar que el dinero que se otorga a las federaciones nacionales se utilice al cien por ciento en beneficio del deporte en todos sus niveles; ya que es igualmente frustrante que un deportista de alto rendimiento tenga que utilizar uniformes "parchados" para una competencia internacional porque las federaciones argumentan que "la Conade no se los dio", cuando la federaciones manejan millones de pesos que les da el gobierno; como que nuestros niños no tengan sanitarios limpios y seguros en un complejo deportivo del gobierno y eso los orille a abandonar su actividad.

Espero que al ejecutar las inspecciones, el Licenciado Castillo no se deje intimidar por las federaciones y principalmente por el COM si estos amenazan con que sus deportistas no participaran en eventos internacionales si se pone a prueba su honestidad, ya "que ellos son los responsables de avalar quién representa a México y quién no". Esto es algo que llevo escuchando por más de 40 años y que se tiene que terminar, porque además el COM desde su creación no ha aportado ni un solo centavo al desarrollo del deporte, al contario; y bien dicen por ahí que "el que nada debe, nada teme".

Estoy seguro que si la Conade tuviera un estricto control y disciplina administrativa, las federaciones cumplirían con lo que marca la ley, pero "a río revuelto" los dirigentes del deporte y federaciones nacionales hacen del recurso un hábito y lo usan en lo que se les pega la gana. Ojalá que las medidas que se inician para la inspección del presupuesto no solo sea un manotazo en la mesa y se realicen acciones verdaderas.

Profesor.
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