En la vida como en la política, la familia es un factor determinante, así lo demuestran las estadísticas; por esa razón dentro de las campañas de marketing político la familia tiene un papel trascendental.

Una encuesta realizada por Gabinete de Comunicación Estratégica en 2014, titulada “Valores de los Mexicanos” arrojó que el 98.6% de los encuestados consideraban que la familia es lo más importante.

En campañas políticas en las que hijos de ex gobernantes han buscado puestos de elección popular, el apellido ha jugado una posición primordial, a continuación se exponen algunos casos.

En Estados Unidos en el año 2000, el hijo del ex presidente George H. Bush emplearía su apellido como un emblema de identificación que lo  ayudaría  a ganar la presidencia de dicho país.

En México en años recientes hemos visto replicada la estrategia de utilizar el valor político del apellido para abanderar candidaturas.

En 2002, Ney González Sanchez  hijo del político Emilio M. González (ex gobernador de Nayarit), utilizando el apellido de su padre ganaría la presidencia municipal de Tepic, para posteriormente en 2005 convertirse en gobernador del mismo estado.

Otro caso reconocido es el de Jorge Hank Rhon vástago del influyente  político Carlos Hank González, quien entre otros cargos fuera gobernador del Estado de México, su apellido fue empleado por Jorge en un estado distinto (Baja California), primero para convertirse en presidente municipal de Tijuana en 2004 y posteriormente para competir por la gubernatura en 2007, donde no alcanzaría a ocupar el puesto.

Sin embargo, los tiempos políticos pero sobre todo de comunicación mercadológica han cambiado, hoy nos encontramos en un escenario distinto, donde la ciudadanía además de ser más critica, tiene gran desconfianza y descontento hacia los partidos y la clase política en general.

Por tales motivos, vemos un cambio de estrategia en las campañas en este 2016.

Uno de los estados donde se elegirá gobernador el próximo 5 de junio es Oaxaca, que según el reporte presentado por Integralia en febrero de este año, será uno de los estados más competitivos, ante la presencia de la Alianza de oposición conformada por PAN-PRD.

Con dicha situación, el candidato priísta Alejandro Murat Hinojosa, también hijo de un ex gobernador de la entidad José Murat Casab, ha optado por un camino diferente, el promocionarse como “Alejandro”.

Lo anterior, en palabras de la experta española Daniela Zapata Zalce autora del artículo “Importancia de la familia del candidato o candidata en las campañas electorales”, indica en una de sus recomendaciones: Exponer lo menos posible a familiares que tienen una imagen negativa.

No es de extrañarse que el equipo de comunicación del priista haya optado por suprimir sus apellidos, pues en casos internacionales como en las elecciones presidenciales de Perú en 2011, la política Keiko Fujimori hija del ex presidente Alberto Fujimori fue blanco de ataques en su campaña  al ser cuestionada sobre los actos de corrupción de su padre que le costaría perder las elecciones.
Además la táctica de usar solo “Alejandro”, envía el mensaje de ser una persona común,  promocionando un nombre sencillo y fácil de recordar.

Curiosamente el segundo apellido del aspirante “Hinojosa” ha sido foco de polémica pero en EU, debido a que el candidato demócrata  a congresista Ruben Ramírez Hinojosa, deseaba utilizar su apellido materno en la boleta, sin embargo, el partido le pidió suprimirlo de su campaña, debido a que podría confundirse con el veterano político también militante del partido Ruben Hinojosa. (Texas Tribune, 2015).

VERACRUZ Y LOS YUNES


Otro de los estados que presentarán una reñida elección para elegir a su gobernador es Veracruz, donde dos de los principales protagonistas son primos hermanos: Héctor Yunes Landa (PRI) y Miguel Ángel Yunes Linares (PAN- PRD).

En esta campaña, será interesante observar dos puntos focales; primero, la guerra sucia que se desprenderá por la búsqueda del poder sin respetar parentescos y segundo, la estrategia de diferenciación en comunicación, ya que el primer apellido es el más identificable y al ser el mismo puede confundir a los electores, principalmente aquellos que no son asiduos al seguimiento de los comicios .

En conclusión los apellidos siempre
cargan un peso explotable que dependiendo del contexto,  pueden ser utilizados a favor o en contra del candidato o candidata, habrá que ver entonces la decisión de los votantes para medir el impacto que produce el pertenecer a cierta familia política.

Facebook: Miguel Delgadillo
Twitter: @mike_delgadillo

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