A medida que se acerca el 7 de junio crecen las acciones de grupos magisteriales que abiertamente han iniciado un boicot contra la jornada electoral del próximo domingo. Oaxaca es el estado más afectado. Aquí se vive la situación más tensa. Se encuentran tomadas las 11 juntas distritales del Instituto Nacional Electoral, así como el aeropuerto y terminales de almacenamiento de Pemex que abastecen de gasolina a la ciudad y a varias zonas de la entidad.

¿A quién corresponde garantizar las condiciones de seguridad? Es una pregunta que aparentemente nadie quiere responder. La inacción de autoridades locales es evidente y por parte del gobierno central ocurre lo mismo a pesar de que hay afectación a zonas federales. El clima que prevalece sólo manda una mala señal a la ciudadanía: aquellos que aún no decidían votar, tendrán menos incentivos para hacerlo, y los que ya habían decidido acudir a las urnas, ahora lo pensarán dos veces ante de dejar su domicilio para acudir a la casilla.

Ante los casos de vandalismo, el optimismo se mantiene, sin embargo, en el Instituto Nacional Electoral. “La elección va”, asegura el consejero presidente Lorenzo Córdova, no sin antes hacer un llamado a los gobiernos federal y estatal para contribuir con el clima de paz que se requiere para que la jornada del día 7 se realice con normalidad. Por la falta de respuesta de los gobiernos, la solicitud es igual a un reclamo en el desierto. El INE tuvo que adoptar la posibilidad de sedes alternas y acciones emergentes, debido a los desmanes en la entidad.

En las horas previas a los comicios, la ciudadanía del país, pero en especial la población de estados afectados por los hechos de violencia —en los últimos días hubo ataques a oficinas del INE en Veracruz, Guerrero y Chiapas—, necesita escuchar que podrá salir con seguridad a emitir su sufragio, aunque esas voces sólo podrán ser las de los gobiernos federal y estatales. En este punto la autoridad de la capital del país se adelantó al dar a conocer su estrategia de seguridad por las elecciones. Las casillas consideradas de riesgo (54% de las que se instalarán) serán monitoreadas desde el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo, además de que se desplegarán 26 mil elementos de la Secretaría de Seguridad Pública local y mil 800 vehículos. Anuncios similares se requieren en Oaxaca y el resto de las entidades. ¿Dónde están las estrategias locales?

Es cierto que es la primera vez que se vive una situación así previo a unas elecciones federales, pero Oaxaca lleva meses —o años— con hechos intermitentes como los que se registran actualmente. La situación no debe desbordarse este domingo ni contaminar otras entidades. Vienen momentos de negociación que serán claves para la realización de los comicios en el estado.

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