Hay empresas que se dedican a crear muñecos de uno mismo a través de impresoras en 3D . Así que si viajas a Nueva York o San Francisco, no puedes dejar pasar la oportunidad de regresar a casa con un souvenir: tu propio ávatar o el de tu mascota. Los doobs , como se les llama a estos muñecos, varían en tamaño, pues van desde los 10 centímetros de alto (el Buddy, de 95 dólares) hasta los 35 centímetros (la Diva, de 695 dólares).

 

Una publicación compartida de Doob 3D (@doob3d) el

El año pasado, Kim Phan , una diseñadora de ropa de Manhattan, decidió que quería una versión miniatura de sí misma. Se puso un vestido con estampado de su marca, Yumi Kim , y acudió a una sucursal de Doob, donde entró a un cuarto tipo cabina —el "Dooblicador"— adaptado con 54 cámaras que captaron todos sus ángulos. Posteriormente, Phan revisó la imagen en un monitor.

 

Una publicación compartida de Doob 3D (@doob3d) el

A través de la impresión en 3D se produce una estatuilla de polímero de resina, conocida como un doob .

Doob

, fundada hace cinco años y cuya sede está en Düsseldorf, Alemania, está apostando en grande a que la gente quiere verse en miniatura: sonriendo solos; abrazando a sus cónyuges en una versión asombrosamente perfeccionada de las viejas figuras de pastel de bodas; montando una Harley-Davidson con los brazos descubiertos y tatuados.

El proceso de un doob toma de dos a tres semanas, así que si tus vacaciones o viaje de negocios están contados, puedes solicitar que lo envíen a tu domicilio. ¿Qué hacer con él una vez que lo recibes? Los doobs no son lo suficientemente resistentes para jugar con ellos. Exhibirlos en tu casa u oficina podría parecer narcisista, ¿pero a quién le importa?

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses