A los que vivimos inmersos en el trajín y el estrés de las grandes ciudades, rodeados de multitudes, , luchando por transportarnos de un lado a otro, atemorizados por la inseguridad, bombardeados por las noticias (malas, por lo general), nos cuesta trabajo recordar que aún existen en este, nuestro , sitios recónditos por descubrir, en los que la naturaleza todavía sigue su pacífico ritmo, sin prisas; lugares donde la única preocupación de sus habitantes —plantas y animales— es alimentarse, aparearse, reproducirse y continuar con el ciclo de vida.

De vez en cuando hay que tomarse un respiro, darse una escapada y tomar conciencia de la verdadera grandeza del mundo.

Una de las mejores maneras de llegar a esos lugares remotos es en un crucero de expedición porque, claro, eso no está peleado con la comodidad, con comer rico y con ser tratado a cuerpo de rey.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

Son pocas las líneas de cruceros que cuentan con esos barcos pequeños —comparados con aquellas ciudades flotantes con capacidad para más de nueve mil personas— que son capaces de atracar en zonas donde una nave de mayor calado jamás podría. Una de las compañías que ofrece las mejores experiencias es Silversea , que dispone de cuatro barcos de expedición , de los cuales, el más grande es el Silver Cloud. “Grande” entre comillas, porque únicamente puede albergar 254 pasajeros, número que se limita a 200 en las excursiones al Ártico y la Antártida, atendidos por prácticamente el mismo número de tripulación.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

DE POLO A POLO

El Silver Cloud es un “rompehielos” que puede recorrer de punta a punta, por ejemplo, el continente americano. Botado en 1994 pero completamente renovado en 2017, cuenta con numerosas rutas; una de las más largas va de Fort Lauderdale, en Miami, Florida, al puerto del Callao, en Lima, Perú. Son 19 días, por siete países: Estados Unidos, Bahamas, Colombia, Panamá, Costa Rica, Ecuador y Perú.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

Más allá de la atmósfera íntima y exclusiva que vives a bordo, el verdadero lujo al viajar en este barco de exploración , es tener el acceso a lugares que ni siquiera sabías que existían en el mapa; bajarte en islas donde no habita una sola alma, casi poder palpar los delfines, las ballenas, los lobos marinos, los osos perezosos o las enormes tortugas y, sobre todo, aprender sobre ellos.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

El crucero cuenta con un extenso equipo de naturalistas, biólogos, historiadores, antropólogos que, día a día, previo a la llegada a cada destino, dan una plática sobre éste y sobre las especies de flora y fauna que ahí encontrarás. No se trata de una aburrida conferencia eterna que te recuerde tus días de escuela, para nada; se trata de expertos transmitiendo su vasto conocimiento de una manera amena y muy aterrizada para su público objetivo.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

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PARA LAS ALMAS AVENTURERAS

Lo primero que encuentras al entrar en tu suite, sobre la cama, es tu equipo de expedición: backpack, termo y salvavidas que usarás en los zódiacs (lanchas neumáticas) para desembarcar, junto con las instrucciones de lo básico que deberás empacar y cómo: protector solar, agua, repelente, celular o cámara dentro de una bolsa zíploc para evitar que se moje, etcétera. Y ahí empieza la emoción de sentirte como “Dora, la exploradora”.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

Si no eres tan aguerrido para la aventura, es una tranquilidad que siempre sabes qué vendrá. Todos los días, una noche antes de la siguiente parada, hay una plática en la que te dicen exactamente qué esperar: si es un wet landing (es decir, que tendrás que bajar del zódiac en el mar y caminar hasta la playa) o un dry landing (directo en la playa o en un puerto); cómo luce el lugar al que llegarás (hasta con fotos); cómo estará el clima; qué tendrás que guardar en tu mochila; si habrá refrigerio o no; si puedes regresar al barco cuando lo desees o tienes que aguardar hasta que acabe la excursión elegida; si es una isla deshabitada…

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

Es de agradecer que, dentro de lo rústico que puedan estar las condiciones en los destinos, el personal del barco trata de minimizar las incomodidades o las ansiedades al máximo.

Algo que hay que destacar es que la comunicación es constante y muy clara. Todo es explicado con peras y manzanas, incluso si, por alguna razón, la embarcación no pudo atracar en alguno de los lugares planeados porque las condiciones meteorológicas o algún otro factor no lo permiten. Inmediatamente entra el plan B. No hay que olvidar que un barco de expedición tiene que someterse a los caprichos de la naturaleza. Es parte de la novedad y la emoción. Como lo es también sorprenderte ante el espectáculo de la selva cuando un mono capuchino mete su mano a una mochila para robar un plátano, o ante los miles de pájaros bobos danzando con sus patitas azules en una ceremonia de cortejo.

Conforme avanza el crucero , la desconexión con el mundo exterior se va haciendo mayor, así como la conexión con la naturaleza.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

Prácticamente no hay internet. Hay paquetes de pago en el barco por un número limitado de megas, pero en muchas ocasiones la señal falla. En tierra, por lo general, no hay grandes terminales donde te puedas conectar por un rato, así que si sufres de nomofobia, un viaje de estos puede ser un buen remedio para tu mal. Tampoco hay tienditas de recuerditos, así que hazlo saber a tus allegados para que no haya decepciones a tu regreso.

El nivel de aventura con el que quieres lidiar, tú lo decides. El personal del barco , junto con guías locales en los destinos, ofrecen una buena variedad de experiencias y te señalan los retos que éstas presentan. Puedes optar por un recorrido en lancha para visitar manglares o ver especies marinas o esnorquelear y maravillarte con los grandes arrecifes de coral y las mantarrayas gigantes. Puedes ir tan profundo como lo desees, depende de tu habilidad. O puedes preferir hacer hiking, desafiarte a ti mismo y llegar a lo alto de una cima donde la recompensa son vistas únicas y el orgullo del logro conseguido. Hay caminatas que van desde dos o hasta seis horas; tu condición física manda. O a lo mejor te gusta más el kayaking y explorar los escondites a lo largo de la costa. O puedes convivir con pobladores de localidades tan pequeñas, que viven de una manera tan sencilla, en casas sobre palafitos, conectados a tierra firme tan solo por aire o por mar, como si el tiempo se hubiera detenido, que te hace revalorar las necesidades que nos creamos en las megalópolis.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

LA INICIACIÓN

Cada lugar tiene su encanto. El clima, la vegetación y la diversidad de la fauna van cambiando conforme el barco va dejando el Atlántico y cruza, por el Canal de Panamá, al Pacífico. La transformación se hace más evidente al atravesar la línea del Ecuador. Éste es un gran acontecimiento para los navegantes. Desde tiempos remotos se han originado miles de mitos, leyendas, usos y costumbres alrededor de la línea imaginaria que divide el hemisferio norte del hemisferio sur del continente. Actualmente, en prácticamente todos los barcos del mundo se celebra la Fiesta del Rey Neptuno cuando se cruza la línea ecuatorial. Los principales protagonistas son aquellos que lo hacen por primera vez, quienes son sometidos a ciertas pruebas para comprobar si son capaces de soportar largas travesías en el mar. Dichas pruebas varían de barco en barco. Algunas pueden ser bastante rudas.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

En la antigüedad podían ser causa hasta de muerte, pero hoy día en los cruceros , la ceremonia del Rey Neptuno suele ser más bien divertida y para entretenimiento de los pasajeros. En el Silver Cloud, por ejemplo, los “vírgenes”, que nunca antes habían cruzado el Ecuador, tienen que besar un enorme pescado crudo, acompañado después con un coctelito para quitar el mal sabor de boca.

Pasados los 19 días, conforme el barco va arribando al enorme puerto del Callao, poco a poco vas aterrizando en la realidad y dejando atrás esta especie de mundo de fantasía, pero lo haces con una energía distinta, esa que solo el contacto contigo mismo y con la naturaleza te puede dar.

Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición
Así es un viaje a bordo de un crucero de expedición

Foto: Cortesía Silversea

GUÍA DEL VIAJERO

Qué llevar

Básicos para disfrutar plenamente tu crucero de expedición: zapatos para hiking y para playa que se puedan mojar, rompevientos, binoculares, bastones y sombrero para senderismo, bloqueador solar y repelente para moscos.

Visas

Asegúrate de llevar toda la documentación necesaria de cada país que visitarás. La embarcación no se hace responsable de los trámites.

Moneda

Prácticamente no sacarás la cartera. Todo está incluido. Sin embargo, lleva algunos dólares, ya que en algunos lugares no aceptan tarjeta.

Más vale prevenir

Programa tus vuelos para un día antes y un día después de las fechas en las que el crucero inicia y finaliza. Que un atraso de la línea aérea u otro imprevisto no te impidan tomar el barco.

El dato

El Silver Cloud cuenta con un estudio de fotografía equipado con varias Mac de escritorio último modelo con los mejores programas de edición. Ahí te enseñan cómo hacer de tus fotos unas verdaderas obras de arte.

Para reservar

silversea.com

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