7 paseos de ida y vuelta durante el puente, cerca de CDMX

Pueblos mágicos, carnavales, construcciones históricas, maravillas naturales, gastronomía y haciendas son algunas de las opciones que tienes para disfrutar de último minuto durante este puente. No pongas de pretexto la distancia: están a menos de 3 horas de CDMX. Incluso, esta escapada se puede hacer en un día.

Paseos de un día a menos de 3 horas de CDMX

1. Real del Monte, Hidalgo

Poco más de 2 horas separan a la CDMX de uno de los pueblos más pintorescos y mágicos de Hidalgo: Real del Monte. Entre montañas y neblina, este destino con casitas coloniales de colores y techos de lámina y teja, muestra importantes vestigios de la minería, la influencia inglesa en la región, además de una deliciosa gastronomía con sus tradicionales pastes.

Foto: Sectur México

Desde épocas de la Colonia, fue un importante centro minero, pero tomó mayor fuerza a inicios del siglo XIX, cuando llegaron ingleses a explotar esta industria. Ellos, también introdujeron a México el futbol, el tenis, el golf y los pastes, que son algunos de los iconos de esta localidad.

Por cierto, es el pueblo mágico a mayor altura de México: 2,700 metros sobre el nivel del mar.

Hoy, puedes visitar algunas de sus antiguas minas convertidas en museos, como La Dificultad, la más famosa de todas, que conserva maquinarias de la época y explica los procesos de esta actividad; el curioso panteón inglés en la cima de un monte; el Parque Nacional el Chico, donde abundan formaciones rocosas de tamaño monumental y las actividades de aventura; la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, que data del año 1563; y sus calles empedradas, al mismo tiempo que disfrutas de un paste de papa con carne molida, el original (aunque hay muchos sabores más).

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2. Tepotzotlán, Estado de México

Sin dejar del todo la gigantesca área metropolitana de la CDMX, tan solo a 50 minutos al norte de la gran ciudad, ya en el Estado de México, está Tepotzotlán, un pueblo mágico que te transportará a tiempos de la Colonia, gracias a sus fastuosos y antiquísimos edificios.

Foto: Asetur México

El principal de ellos es el Museo Nacional del Virreinato, antiguamente conocido como el Colegio Jesuita de San Francisco Javier. Construido en el año 1580, conserva joyas del arte novohispano de estilos churrigueresco, neoclásico y barroco. A unos cuántos kilómetros del pueblo está el Arco de Tepotzotlán, un antiguo acueducto de hasta 438 metros de altura.

También hay opción para el turismo de naturaleza, en las montañas del Parque Estatal Sierra de Tepotzotlán o la Cañada de Cisneros, parajes entre bosques que ofrecen vistas muy bonitas. Si vas durante un fin de semana, encontrarás mercados al aire libre con gran variedad gastronómica y artesanías, como esculturas en ocote o bordados hermosos elaborados por manos otomíes.

3. Tlaxcala y Val'Quirico

Tlaxcala existe, y seguro que te dejará fascinado con su bonita ciudad capital y Val'Quirico, un desarrollo turístico de estilo medieval. Este pequeño pero histórico estado se encuentra a poco más de 2 horas de CDMX. Puedes conocerlo en un tour que ofrece Turitour.

Foto: Turitour

La primera parada es el Palacio de Gobierno para ver los murales del artista Desiderio Hernández Xochitiotzin, quien plasmó en aquellas paredes la historia de Tlaxcala.

Continúa una degustación de pulques en la pulquería Casa Maguey; un paseo por el Antiguo Convento Franciscano, la Catedral de Tlaxcala y la Plaza de Toros Jorge Aguilar, iconos de la ciudad; luego, hay un tour guiado a la Basílica de Ocotlán, de estilo churrigueresco. Finalmente, se trasladan a Val'Quirico, desarrollo turístico y habitacional inspirado en la Toscana italiana. Ahí, se servirá una comida de 3 tiempos y se dtiempo libre para pasear por sus tiendas y realizar algunas de sus actividades.

Este tour de ida y vuelta sale desde CDMX. Tiene un precio de $899 pesos por persona y $799 para niños de 4 a 12 años y adultos mayores. Incluye transporte redondo, visitas guiadas y entradas a los lugares mencionados, comida a 3 tiempos en Val'Quirico y seguro de viajero. Más información en la página web: turibus.com.mx/cdmx/turitour

4. Cholula, Puebla

Se trata de la ciudad viva más antigua de todo el continente, pues su fundación se remonta al año 500 A.C. Es un centro religioso importante, pero también un lugar donde la cultura prehispánica se supo fusionar con la española y, ya después, con la modernidad. Todo esta interesante mezcla se encuentra a 2 horas de la CDMX.

Foto: Sectur México

Entre sus atractivos, destaca la Gran Pirámide de Cholula, el basamento piramidal más grande del mundo, que puedes conocer caminando hasta su cima o a través de sus túneles subterráneos.

En la parte más alta está el Santuario de Nuestra Señora de los Remedios, construido en 1594. Ya que bajes, pasea por los portales del centro de Cholula, admira sus artesanías y déjate maravillar por el gigantesco Convento de San Gabriel Arcángel, del siglo XVI.

No te vayas sin probar la gastronomía poblana, con sus chalupas, mole, molotes o cemitas. El pueblo está repleto de restaurantes coquetos como Ciudad Sagrada, a pie de la pirámide, o varios más que, debido a la gran presencia de foráneos del sur del país, ofrecen cocinas de aquellos lares, como Corazón de Jaguar.

5. Nevado de Toluca, Estado de México

La temporada de alta montaña aún sigue en marcha, y como aún estamos en invierno, es una de las mejores épocas del año para visitar esta maravilla natural en el Estado de México, a 4,690 metros de altura . Aproximadamente a 2 horas y media lo separan de la CDMX.

Foto: Sectur México

Durante estas fechas, es común verlo nevado, un paisaje poco común en nuestro país. Contrario a otros picos cercanos como el Iztaccíhuatl, su ascenso no es tan demandante, por lo que esto lo hace más “amigable”. Una vez arriba, contempla su majestuosidad, su cráter y sus dos lagunas: del Sol y de la Luna, donde en tiempos prehispánicos se realizaban rituales.

Hay expediciones guiadas desde CDMX con la touroperadora Escape México. Cuentan con permisos de la CONANP y el tour incluye transporte redondo, la visita al Cosmovitral y Jardín Botánico de Toluca.

Costo: $759 pesos por persona. Informes al número (55) 5296 6116.

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6. Atlixco, Puebla

Regresamos a Puebla para conocer otro pintoresco pueblo mágico, custodiado por el volcán Popocatépetl. Atlixco, a 2 horas y 20 minutos desde la CDMX, presume uno de los mejores climas del país, pues se caracteriza por ser templado-cálido, haciéndolo un enorme vivero de plantas, frutas y flores.

Foto: Sectur México

Al igual que Cholula, cuenta con templos coloniales que no debes perderte, como el Exconvento de El Carmen, la Parroquia de Santa Marta de la Natividad y la pinacoteca del Antiguo Hospital San Juan de Dios. Lleva cámara lista, pues la Avenida Hidalgo, con antiguas casonas de colores con balcones, es uno de los lugares más pintorescos de Atlixco.

En el centro, conoce su quiosco de estilo sevillano, con una cafetería en su interior. Sube al Cerro de San Miguel y disfruta de las vistas de su mirador de cristal. Para llevar el recuerdito y enchular tu casa, conoce alguno de sus numerosos viveros, donde encontrarás gran variedad de plantas y flores.

7. Tlayacapan, Morelos

Estamos en vísperas de los carnavales, así que, si vas a Tlayacapan, encontrarás un ambiente más vibrante, festivo y colorido. Y aunque Tepoztlán suele llevarse los reflectores en estas fiestas, este otro pueblo mágico morelense (a 1 hora y 45 minutos de la CDMX) es considerado la cuna de los chinelos, pues ahí se originaron estos personajes carnavalescos y la música que los acompaña.

Foto: Sectur México

Su clima templado-subhúmedo es perfecto para visitarlo durante todo el año. Sus paisajes son idílicos, rodeado por cerros que forman parte del Corredor Biológico Chichinautzin, perfectos para hacer senderismo. Otra visita obligada es al Ex Convento de San Juan Bautista de estilo renacentista, que hoy es un museo. Desde 1994, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Prueba sus típicos tamales de ceniza, la cecina, tlacoyos y sus moles en alguno de sus mercados. Escucha su tradicional música de viento y observa el trabajo artesanal de los locales en las piezas de alfarería.

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