Esteban Gutiérrez ha permanecido ligado a la máxima categoría desde 2012 en que llegó a la escudería Sauber como piloto de pruebas y a donde al año siguiente obtuvo un asiento que retuvo hasta 2014 para luego dar paso a Ferrari como tester y ascender nuevamente a la parrilla como parte del equipo americano Haas.
En 2018, llegó como piloto de reserva y desarrollo a las flechas de plata de Mercedes viviendo parte de la era dorada de la escudería germana.
Sin embargo, con la pandemia de por medio llegó 2021 y se quedó sin los puntos suficientes para renovar su súper licencia, lo que lo puso como inelegible para correr en F1. Fue ahí cuando la vida de Gutiérrez dio un giro para convertirse en embajador de negocios de Mercedes, rol que desempeña en la actualidad.

En entrevista con El Universal Deportes, el regiomontano de 35 años habló de su cambio dentro del automovilismo: “En principio fue una transición muy retadora, mi preferencia era estar arriba del auto pero las etapas de la vida me han dado grandes lecciones y experiencias. Me siento muy agradecido de ello y lo que he venido construyendo después de mi etapa como piloto, ha sido muy importante como crecimiento personal. Afortunadamente todavía estamos jóvenes con mucho que aprender dar y por el deporte de nuestro país, contribuyendo económicamente a México”.
Además de su relación con Mercedes, Gutiérrez está enfocado en una empresa ligada al deporte motor llamada Driver One: “Somos el principal distribuidor de merchandising de Fórmula 1 y de todos los equipos para Latinoamérica. Hemos venido construyendo este negocio para que los fanáticos puedan tener acceso a buenos precios y que los productos lleguen importados a México de manera oficial. Me enorgullece mucho porque a lo largo de mi carrera veía esa área de oportunidad donde los fans no podían tener fácilmente estos productos y hoy es posible de una manera muy amigable”.
Sin duda alguna, Gutiérrez seguirá capitalizando su corta, pero a la distancia, productiva estadía en F1, a la que pocos recuerdan llegó como campeón de GP3 (hoy Fórmula 2) y tercer lugar de la GP2 (hoy F3), credenciales muy parecidas que hoy presumen pilotos como Oscar Piastri y Gabriel Bortoleto. Nunca tuvo el auto para destacar, pero fuera de la pista brilla ligado al deporte motor.
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