Ellas llegan en tacones, con grito firme y fuerte: "¡Si Zapata viviera con nosotras estuviera!, "¡educar y respetar para no discriminar!", "¡esos mirones también quieren tacones!". Son las chicas que forman parte del colectivo artístico "Dragas de la calle" y están en la explanada del Palacio de Bellas Artes para manifestar su apoyo a la obra de Fabián Cháirez , "La Revolución", que se exhibe en la muestra " Emiliano. Zapata después de Zapata ".

Son apenas una docena, pero ante su presencia en la explanada el recinto es cerrado inmediatamente, ellas ni siquiera lo notan, están bailando y gritando una y otra vez que si Zapata viviera, con ellas estuviera. Por unos momentos hay confusión, el público pregunta por qué han vuelto a cerrar, alguien más dice que necesita acceder para comprar boletos para el Ballet Folklórico de México , pero los guardias responden lo mismo: "está cerrado por los manifestantes".

Casi media hora después y tras considerar que las artistas no representan "una amenaza al Palacio de Bellas Artes " abren las puertas. Ellas siguen en su lucha por los derechos de la comunidad LGBTI, y no es la primera vez. Cuando a una chica drag le fue impedido el paso al Museo Memoria y Tolerancia, les abrieron las puertas en el Museo de las Culturas del Mundo para ofrecer un recorrido; hoy tienen su sede como colectivo artístico en el Museo de la Ciudad de México. Sólo dos personas, una pareja, las increpa y las ofende, pero las chicas drag queen elevan su consigna: educar y respetar para no discriminar.

Son las 16:30 horas y las "Dragas de la calle" concluyen su manifestación y performance. Y se enfilan a la taquilla, pero personal del recinto las invita a pasar a la muestra y les ofrece una visita guiada.

Las miradas de la gente están sobre el colectivo, familia y aliados que las acompañan, son en total un grupo de alrededor de 20 personas.

El recorrido les resulta fascinante. Zapata es de México en donde, dicen, estamos todos sin distinción y en donde existen todas las realidades. Hacen preguntas, plantean sus puntos de vista, se dejan fotografiar por los curiosos que poco a poco cambian su asombro por empatía.

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Al final del recorrido llegan a "La Revolución" de . "¿Y todo por este cuadrito?", dice una de ellas. No es la única sorprendida, durante el día muchos visitantes se han sorprendido por la dimensión de la pieza.

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El director del museo, Miguel Fernández Félix , les agradece su presencia; ellas agradecen la hospitalidad. Al final una fotografía en el mismo lugar en donde días atrás estuvo la familia de Zapata para expresar su descontento ante la pieza que muestra al caudillo en tacones y sombrero. Es la otra imagen, es el otro México.

fjb

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