La compañía Teatro Quimeras comenzó en 2020 el proceso de creación de la obra Nombres de combate, de Martín López Brie. La pandemia no sólo aplazó su estreno, también hizo más complejo el trabajo. El equipo comenzó a documentar el proceso insólito en medio de una crisis sanitaria nunca antes vivida. Así nació el documental Nombres de combate, acercamientos a un proceso de montaje escénico, del que estrenó ayer en YouTube el primero de cuatro capítulos.
“Hice una obra de teatro documental a partir de entrevistas hechas a mi familia, sobre su proceso de persecución y exilio durante la dictadura militar argentina. Es una obra muy personal que empecé a trabajar en 2019. Estaba previsto que se estrenara a principios de 2021, pero todo se fue desplazando. Nos pareció congruente hacer un documental, sobre una obra documental, en un momento como este”, cuenta López Brie.
La obra, que aborda la historia familiar a partir del testimonio de los padres y tíos de López Brie, quienes vivieron las dictaduras militares en Argentina, cuenta sus infancias, su educación, sus amores, su militancia política, sus exilios y cómo se relacionaron con las artes, se estrenará finalmente el 19 de octubre en el Foro La Gruta. Mientras llega el día, se presentan los avances del trabajo en el documental.
“Todos hemos tenido dificultades durante este tiempo. Y lo que buscamos es que la gente conozca lo que nosotros vivimos, cómo trabajamos, qué nos importa, qué nos preocupa, cómo nos afectó el encierro, cómo tuvimos que buscar otros trabajos y aplazar nuestros proyectos artísticos", dice el dramaturgo y director de escena.
Recuerda que todo el elenco -conformado por Paloma Woolrich, Arturo Reyes, Sofía Beatriz López, César Brie, y José Carriedo- se volvió a ver con miedo; inventaron formas de laborar en la distancia, enmascarados, enfermos y vulnerables, atravesando por la incertidumbre más radical que se haya vivido nunca.
“Todo se trastocó. Empezamos a trabajar por Zoom. Fue hasta finales de 2020 cuando pudimos ensayar por primera vez, pero en diciembre tuvimos que volvernos a encerrar porque los contagios se elevaron. Por suerte, contábamos con una residencia en el Centro Cultural Helénico que nos permitió pagar el proceso durante el 2020; y tenemos una beca del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales”, dice López Brie.
Añade que este tiempo han estado sobre la mesa reflexiones sobre el quehacer teatral. “Ya era difícil tener público antes, las cosas ahora serán peor. Todo el tiempo estamos viviendo con incertidumbre, un montaje requiere de una gran organización que en este momento no tenemos. Nos hemos preguntado todo el tiempo cómo vamos a seguir y si queremos seguir. Nuestra pregunta principal ha sido sobre nuestra relación con los públicos y los modelos de producción, nos convendría entender, por ejemplo, que el teatro no es un negocio”.
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