Hace unos días se llevó a cabo el tradicional coctel de Penguin Random House, nos cuentan que hubo casa llena, autores, conductores, figuras de la farándula, influencers, vaya, todo Dios estuvo ahí brindando por esa casa editorial. La fiesta sirvió para dar dos anuncios y para hacer una fuerte denuncia. El primero es que desde el 1 de febrero Andrés Ramírez es director editorial de los sellos literarios (Alfaguara, Debate, Lumen, Literatura Random House y Taurus; así como de los sellos en formato bolsillo y Grijalbo) y que David García Escamilla asumió la responsabilidad de la Dirección Editorial de los sellos comerciales (Aguilar, Plaza y Janés, Suma de Letras, Conecta, Ediciones B y Vergara, así como del área de literatura infantil y juvenil). El segundo anuncio fue que harán una gran campaña, de la mano de la Caniem, en contra de la piratería. Finalmente, Roberto Banchik Rothschild, director general para México y Centroamérica de la editorial, denunció que el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, ejerció “coerción” sobre los editores para que aceptaran una quita a cambio de recibir 80% del pago que les adeudaban, y aclaró que Penguin no aceptó ese “chantaje”. No es la primera vez que Banchik ofrece un posicionamiento sobre este tema que fue muy polémico a finales del año pasado; el propio Taibo dijo que le valían “sombrilla” las quejas de los editores, pero el editor lo ha repetido para recalcar que este año exigirá que el gobierno cumpla con sus obligaciones con la industria editorial.

La UNTA en Bellas Artes ¿acabó ganando?

Concluyó ayer en Bellas Artes la exposición Emiliano. Zapata después de Zapata y en las conclusiones tras la accidentada muestra, la cifra de más de 127 mil visitantes —hasta el sábado— es para algunos un positivo resultado, otro es que continuará su periplo por museos de Estados Unidos. El hecho es que aunque la muestra reunió más de 140 obras y fue resultado de una minuciosa investigación por parte del curador Luis Vargas Santiago, la exposición es mucho más que la obra de Fabián Cháirez y va más allá de las opiniones de los herederos y de los miembros de la UNTA (Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas) que, como advirtieron críticos e intelectuales, desde su primera aparición y protestas en Bellas Artes, el 10 de diciembre, buscaba atraer los reflectores hacia su causa. Y así fue hasta ayer en la tarde, cuando los de la UNTA, unos 300 integrantes de diversos estados, aprovecharon el foro no sólo para exhibir y vender productos, sino que hicieron de la explanada de Bellas Artes un foro donde celebrar mini asambleas, que estaban cerradas, eso sí, al público que pasaba. Ahí aprovecharon además para cuestionar a diputados y repartir acusaciones a diestra y siniestra. Los espectadores que querían pasar al concierto de la Sinfónica o entrar a las exposiciones sólo tuvieron acceso por la puerta que da sobre Eje Central, mientras que en la del frente la UNTA ofertaba sus “cuadros” con motivos alusivos a Zapata y, sobre la otra puerta, los otros cuadros de la UNTA (militantes) maquinaban su siguiente estrategia para hacerse visibles. ¿A qué héroe se van a arrimar ahora?

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