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Las ideas de resistencia y la denuncia por las injusticias sociales y la censura presente en la obra literaria y ensayística del premio Nobel de Literatura 2003, J. M. Coetzee, son los hilos que guían los ensayos del libro J. M. Coetzee: los imaginarios de la resistencia, un trabajo en el que el filósofo y académico Pablo Lazo Briones plantea la hipótesis de que en toda su escritura se pueden seguir ciertos movimientos de resistencia.

“Yo tomo este hilo de ideas de Coetzee para decir: precisamente hay un juego muy interesante en su literatura con delatar situaciones sociales de injusticia y poder proponer además una situación sobre cómo salir de esa injusticia. Ese es el hilo que atraviesa todo mi libro”, afirma el director del Departamento de Filosofía de la Universidad Iberoamericana.

Al hablar de su libro editado por Akal, Pablo Lazo Briones señala que de por sí la literatura no es sólo una evasión o un entretenimiento para evadirnos del mundo, sino justamente lo contrario, sobre todo tratándose de J. M. Coetzee, un autor cuya literatura está llena de referencias a situaciones sociales, políticas y de racismo, y que además esas situaciones las escribe como un verdadero trabajo literario.

“Su estilo literario es excelente pero con esas herramientas literarias hace una denuncia social y sobre todo nos invita a los lectores a pensar en cómo podríamos extender esas descripciones y narraciones hacia nuestro propio mundo. A México desde luego”, señala Lazo Briones, quien está feliz de que el prefacio de su libro sea el texto “Sobre la censura”, que el propio Coetzee leyó hace casi dos años durante su visita a México.

Y es que el académico de la Ibero logró que el premio Nobel visitara nuestro país en abril de 2016 e incluso fue su padrino cuando el autor de Desgracia recibió el Doctor Honoris Causa de esa Universidad. Además se ha convertido en el estudioso más profundo de la obra del escritor sudafricano en Hispanoamérica.

En “Sobre la censura”, J. M. Coetzee hizo algo inédito: dar sus opiniones sobre las actas de censura que imperaban en Sudáfrica incluso al final del Apartheid. Allí señala, por ejemplo: “Escribir bajo censura era un hecho de la vida en el sentido de que no podía ignorarse la mirada del censor. Incluso si el escritor decidía escribir como si no existiera la mirada del censor, como si escribir sólo fuera escribir, la escritura siempre tomaba lugar bajo el ojo ignorado del censor”.

La resistencia en la narrativa. Pablo Lazo Briones ejemplifica las ideas universales en la obra de J. M. Coetzee. “Podríamos hablar de su novela Esperando a los bárbaros, la situación que expone está muy localizada en un lugar de Sudáfrica y habla sobre el imperio colonialista y la persecución de aquellos que llama bárbaros; pero eso que ocurre en un lugar muy concreto en Sudáfrica, se puede extender a México o a cualquier lugar donde impere una situación y de dominio sobre aquellos que llamamos bárbaros”.

En J. M. Coetzee: los imaginarios de la resistencia, Pablo Lazo Briones analiza la crítica cultural y política en la obra de Coetzee; las huellas de la violencia, el menosprecio y el compromiso de la escritura; la resistencia como disparador de la acción de su literatura; la violencia de la cultura política y el deseo del otro; la resistencia y los intersticios entre autoridad y poder; y el desplazamiento en resistencia, entre otras ideas.

“Si bien el tema de la resistencia, que yo llamo intersticial, se da porque se mete en los intersticios y entre los huecos del poder y actúa desde ahí, entonces llegó a la conclusión que esta resistencia no es una resistencia de confrontación o que agregue violencia a la que ya existe, sino que se mete por entre los huecos, por entre las fracturas de una institución o de un poder ya establecido y ahí hace resistencia”, afirma Pablo Lazo Briones.

El también autor del libro La frágil frontera de las palabras. Ensayo sobre los (débiles) márgenes entre filosofía y literatura, reconoce que la obra del premio Nobel se relaciona con temas como segregación, racismo, menosprecio y todos esos temas llevan en el libro a otro gran problema que él llama de conversión.

“El lector se ve obligado a convertirse en otra cosa de lo que es, debido a la densidad de imágenes de Coetzee y sus reflexiones ético políticas, el lector es entonces orillado a una conversión, ya no es el mismo de antes luego de leer una novela de este autor y esa conversión lo lleva a disparar esa acción, a transformar su mundo de alguna manera”, dice el filósofo.

Lazo Briones celebra en la obra de Coetzee la actualidad y su lectura casi periodística de la realidad que, dice, va en un sentido de denuncia muy actual pero también con un trasfondo de reflexión ética y crítica que es lo que a él le interesa.

“Hablar de los grandes problemas del ser humano frente a una ley que es injusta, frente a un estado de guerra. J. M. Coetzee habla en sus historias sobre cómo hacer resistencia. La actualidad de este escritor es impresionante”.

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