Después de leer "La llamada de la tribu", del escritor peruano Mario Vargas Llosa, el sociólogo, politólogo y latinoamericanista argentino Atilio Boron se propuso analizar el pensamiento político del premio Nobel de Literatura 2010.

El resultado fue "El hechicero de la tribu. Vargas Llosa y el liberalismo en América Latina" (Akal/Inter Pares).

Con motivo de la presentación de esta obra en nuestro país, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM organizó el conversatorio “Neoliberalismo en cuestión y batalla de las ideas. A propósito del libro "El hechicero de la tribu. Vargas Llosa y el liberalismo en América Latina, de Atilio Boron”, con la participación de José Guadalupe Gandarilla, investigador de dicho centro, y del propio autor.

“Por un lado está la cuestión del neoliberalismo y por el otro la puesta en cuestión del propio neoliberalismo y la importancia de lo que se ha dado en llamar la batalla de las ideas, que Boron siempre trae a colación basado en tres fuentes: Perry Anderson, Alfonso Sastre y José Martí”, apuntó Gandarilla.

El investigador del CEIICH afirmó, además, que es necesario discutir, en los términos que sugiere el libro de Boron, cómo puede coexistir en Vargas Llosa la grandeza literaria con la miseria ética y política.

En su oportunidad, Boron recordó cómo, al término de la Segunda Guerra Mundial, los estadounidenses se percataron de que había dos actores clave a los que debían prestar especial atención para contener la expansión del comunismo: las fuerzas armadas de los países subdesarrollados y los intelectuales, académicos y periodistas.

“Así, concluyeron que tenían que hacer pactos regionales con los militares de esos países y, con la ayuda de los intelectuales, académicos y periodistas afines a ellos, crear y difundir la idea de que Estados Unidos era el país que podía llevar la libertad y la democracia a todo el mundo.”

El también doctor en Ciencia Política por la Universidad de Harvard y profesor e investigador en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, se preguntó, asimismo, qué ha sucedido con tantos intelectuales latinoamericanos de izquierda que se han pasado a la derecha.

“El caso de Vargas Llosa es de una importancia excepcional porque, cuando él habla, sus ideas tienen eco prácticamente en todo el mundo hispanoparlante y, también, en Brasil y Estados Unidos.”

De acuerdo con Boron, Vargas Llosa ha sido, en los últimos 30 años, el más grande propagandista de las ideas liberales en el mundo; por lo tanto era fundamental llevar a cabo un análisis de lo que dice en La llamada de la tribu.

“Lo que yo demuestro en mi libro es que las ideas de Vargas Llosa no tienen ninguna posibilidad de ser una alternativa democrática para nuestros países, que el argumento liberal que desarrolla es endeble, incluso dentro del propio modelo liberal, y que los autores que lo guiaron en su conversión al liberalismo han sido desnaturalizados por él, sobre todo Adam Smith, a quien hace pregonar cosas que jamás pregonó, por ejemplo, la absoluta libertad de los mercados. Vargas Llosa es un gran escritor que cuando se mete en el terreno de la propaganda política hace filosofía política de muy mala calidad.”

Finalmente, en relación con el título de su libro, el intelectual argentino comentó: “Lo llamé El hechicero en la tribu porque el hechicero es aquel que con sus malas artes conduce a una comunidad, en este caso a nuestros pueblos, a una opción que yo considero suicida.”

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