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La expresidenta del desaparecido Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, hoy Secretaría de Cultura, Consuelo Sáizar, ha puesto una pausa a su vida académica—cursa un doctorado en Cambridge en Sociología y está asignada a Harvard en una estancia académica— para sumarse a la campaña por la Presidencia de la República de la candidata independiente, Margarita Zavala, como asesora de cultura y educación. En entrevista con EL UNIVERSAL las líneas de trabajo que destaca son: revisar la educación artística y quién se va a hacer cargo de ella, ampliar y fortalecer la infraestructura teatral, crear la Universidad de las Artes y destinar 1% del gasto anual del gobierno a cultura.

De acuerdo con Sáizar, a la candidata Margarita Zavala le interesa que la cultura sea el eje articulador de la identidad nacional como lo fue en el siglo XX con el proyecto vasconcelista, pero abordarlo ahora también desde la óptica de la “economía naranja que son las empresas creativas” y “la economía de los talentos”.

Al detallar las propuestas culturales, Sáizar aprovecha para hablar sobre los proyectos en los que trabajó entre 2009 y 2012 como titular del Conaculta, algunos como la ampliación y la remodelación de la Cineteca, dice, le valieron críticas, pero asegura estar satisfecha del trabajo realizado; además afirma que dejó otros que presentaron resultados cuando se fue, como la Cuenta Satélite de la Cultura de México que se trabajó con el INEGI, y otro que realizó pero que en su momento no se pudo concretar, como la seguridad social para artistas.

Con la creación de la Secretaría se habló de transversalidad, de un mejor diálogo con Hacienda, de mejorar en términos generales. ¿Lo percibe?

Eso más bien se lo dejo a los estudiosos del día a día, a los resultados operativos. Yo personalmente estoy en la parte teórica, no he entrado a revisar la articulación diaria, no estoy al tanto de cómo quedó eso. Personalmente considero muy afortunada la creación de la Secretaría, pero la candidata Zavala me ha pedido que valore dentro de este gran proyecto vasconcelista cuál será la nueva función de la Secretaría en la sociedad mexicana del siglo XXI.

¿Cómo vislumbra el asunto de la reconstrucción del patrimonio tras los sismos?

Sobre el tema tengo una gran tranquilidad porque en la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural está la mejor persona que puede estar al frente, Raúl Delgado, un hombre al que tuve el privilegio de invitar a trabajar conmigo. Un conocedor del patrimonio prehispánico y moderno, es alguien que conoce la operación y la parte legal. Estoy segura de que la reconstrucción del patrimonio está en buenas manos.

Sin embargo, el cálculo oficial es concluir en 2020, pero especialistas consideran que tomará más años y más dinero. ¿Lo verán después?

Con el triunfo de la candidata Zavala en su momento lo valoraremos. En la etapa de transición se habla muchísimo, se pregunta lo que se debe tener y no debe de haber sorpresas en ese momento de transición, es el momento de aclarar todos los temas sobre los que uno tenga dudas. Déjeme decirle algo muy claro, la arquitectura y la construcción no tienen palabra de honor. No sé si usted ha remodelado su departamento o ha construido un techo, a eso súmele la complejidad del gobierno, en donde uno debe dejar perfectamente claro y transparente cómo se realizaron las licitaciones y cada paso que usted realizó. No he hablado con Raúl Delgado, en estos días lo buscaré para hablar del tema, pero si se habla de esas magnitudes y de un periodo para subsanar los daños es que sí hubo un daño muy profundo.

¿Cuando habla de empresas culturales, también se refiere a estímulos fiscales?

Sí. Con el cambio de siglo hubo también un cambio de filosofía en la gestión. Hay cosas que la sociedad gestiona, como Zona Maco, Ambulante, que tienen la iniciativa, y el gobierno funciona como el estado facilitador y crea un andamiaje fiscal administrativo y de convocatoria para todos los interesados. En este siglo se creó el Festival de Cine de Morelia de una manera muy potente, se han creado otros festivales a lo largo del país, hay una descentralización cultural que debe ir acompañada de la vocación de cada uno de los estados.

La digitalización fue uno de sus principales intereses. ¿Cómo la plantea en este proyecto?

Han pasado seis años. Cuando yo me fui, Conaculta era probablemente la institución cultural más avanzada del mundo en términos de digitalización. Las aplicaciones ganaron premios en 2013 y 2014. Se dejaron todas las condiciones para que se hiciera la exhibición de cine mexicano en línea porque sabía que teníamos ese problema, había que digitalizar la música, los libros, pero en especial las películas porque muchas están a punto de ser carcomidas por el líquido. Muchos de los libros tienen que ser digitalizados porque es la manera de democratizar la cultura y llegar a todos lados, se avanzó en la parte del WiFi. Sé que es un intangible y que es muy complicado entenderlo pero hay que preservar la memoria, si no vamos a seguir navegando en tinieblas.

¿Se continuó con ese proyecto o se pausó?

También lo revisaré en su momento.

Sobre la infraestructura en la que trabajó, ¿también revisará si hubo continuidad?

Hubo la necesidad de revisar la infraestructura, de dar un nuevo aliento, hubo la necesidad de adaptar con nuevos requerimientos culturales muchos de los espacios. Fui presidente del Conaculta de 2009 a 2012, no estuve todo el sexenio, pero siempre tuve presente que había una enorme vitalidad de películas y lo que intentamos fue hacer un cierre de círculos. Para el cine se planteó dar fortaleza a la inversión en producción, se creó la licenciatura en Ciencias Cinematográficas en el CCC, se planteó y se dejó establecida una escuela de guionismo en Morelia, se planteó un proyecto de cinetecas que queremos retomar ahora en todos los estados porque la Cineteca no es sólo una sala de exhibición. Una cineteca lleva investigación, preservación de los acervos, posibilidad de digitalizar todo lo que hay en los estados, y en el caso de la Cineteca Nacional se trató de la posibilidad de darle un espacio público a la gente que lo necesitaba. Se convirtió, de nuevo, en uno de los grandes centros culturales del país. ¿Qué me hubiera gustado? Tener más tiempo o que hubiera sido otra la situación. Era poner el estacionamiento abajo pero resulta que está el Río Churubusco y hay una ramal ahí en el río, son cosas ocultas que salen cuando uno planea un proyecto. La idea era hacer sólo las cuatro salas y lo hicimos con muy buen presupuesto, teníamos ahorros y pensé que debíamos remodelar las otras salas. Resulta que cuando empezamos a remodelarlas nos dimos cuenta de algo que no nos habíamos percatado, que el techo era de asbesto. ¿Qué hace usted ante eso? ¿Lo deja de asbesto y se va? ¿Lo cambian aunque nadie se lo reconozca, aunque la critiquen y le digan que se tardó? Para mí fue muy complicada la decisión, pero la tomé. Era un crimen no haberlo hecho porque yo me había percatado de eso.

¿Se fue injusto con usted?

No. Uno es funcionario público y debe estar sujeto a la revisión. Se actúa con honestidad, con, creo, enorme eficacia; con enorme convicción y se acompaña de un equipo profesional y maravilloso. Ahora nos estamos planteando en este proyecto para la candidata Zavala continuar trabajando en tres líneas: en patrimonio e infraestructura, como las cinetecas porque nos parece que la investigación es muy importante; también queremos ampliar la infraestructura teatral, tenemos unas de las dramaturgias más importantes del mundo en el idioma. Los que tenemos están en malas condiciones y no hay en todos lados. Y queremos crear la Universidad de las Artes porque la economía de los talentos debe profesionalizarse, que sea un instituto del tipo Matías Romero, en donde se forman los diplomáticos, para que se forme la clase que atiende, que gestiona. Le he propuesto a la candidata que se llame Amalia Caballero de Castillo Ledón, en palabras de Gabriela Cano, fue la mujer más importante en el siglo XX cultural mexicano.

Cuando se va Vasconcelos, Torres Bodet se hace cargo de Educación Pública en dos sexenios luminosos para la educación y para la cultura y nombra a la primera mujer subsecretaria de Cultura, a ella le tocó la gestión del Museo de Arte Moderno y el Museo Nacional de Antropología, fue una mujer formidable pero las mujeres no se visibilizan.

Tendríamos que estudiar si estaría en el propio Centro Nacional de las Artes, que tiene ahora una condición bicéfala, que pertenecen los edificios a la secretaría pero son gestionados los programas en el INBA, no sé si aún está ese problema, yo dejé un proyecto armado para resolverlo. También está el compromiso de la candidata de destinar el 1% del gasto anual del gobierno a cultura, eso sería en términos de creación de riqueza simbólica y económica; así como ampliar las becas para estudios nacionales y extranjeros.

Hay una demanda desde hace muchos años. La seguridad social para artistas. ¿La contempla?

Fíjese que yo dejé en Hacienda ese proyecto. Si algo tenemos que cuidar es justamente a nuestros talentos, a México lo distingue su música, su arquitectura, el ballet, la danza. Estoy absolutamente convencida de que debemos cuidar a nuestros artistas. En ese momento cuando trabajábamos, el Seguro Social se presentó el proyecto del Seguro Popular, entonces me dijeron que me esperara. Tres años (de gestión) no crea que son muchos. Me pregunta si me siento injustamente tratada. Cuando uno realiza su trabajo con honestidad, con profesionalismo, con eficacia y resultados contundentes, uno está más satisfecho que otra cosa, por eso me he sumado con muchísimo entusiasmos al proyecto de la candidata Margarita Zavala.

De ganar, ¿usted sería la secretaría?

Esas decisiones las tomará ella. Por lo pronto estoy a cargo de cultura y educación, quiero que lo deje bien claro.

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