La Secretaría de Cultura afirmó que hay una campaña de desinformación “que busca engañar a la población” sobre lo relacionado con la Fonoteca Nacional; sin embargo, eso fue rechazado por los trabajadores contratados bajo el esquema de Capítulo 3000, así como por Paulina Lavista, quien donó acervo del compositor Raúl Lavista.

“No estamos de acuerdo en que la lucha legítima por defender nuestros empleos y el proyecto mismo de la Fonoteca Nacional como institución pueda ser interpretada como una campaña de desinformación”, dijeron los trabajadores.

Y es que, desde el 23 de diciembre, el personal contratado bajo el esquema de Capítulo 3000 fue notificado sobre el recorte presupuestal en la Fonoteca; como consecuencia, sólo llamaría a aquellos trabajadores que permanecerían en sus puestos.

La situación en la Fonoteca fue reportada por EL UNIVERSAL y desde entonces integrantes de la comunidad cultural han externado su preocupación por el futuro del patrimonio sonoro de México, pues algunos han donado archivos o colecciones.

Una de ellas fue la fotógrafa Paulina Lavista, quien en entrevista señaló de forma enfática que “no hay ninguna campaña de desinformación”, por el contrario, dijo que la realidad es la precarización laboral en la que se encuentra el personal de la Fonoteca, a quienes conoce porque han trabajado por el acervo de su padre, Raúl Lavista, quien compuso obras para el cine mexicano.

“Hay una segunda realidad, que es el presupuesto con el que cuenta la Fonoteca y que le corresponde explicar a la Secretaría de Cultura. Nos deberían de informar cómo quedó el presupuesto realmente tras el recorte, porque para mantener ese lugar se requiere un presupuesto no tan alto si se compara con lo designado a Chapultepec. Si no informan bien, serán ellos los que malinformen”, dijo Lavista.

La Secretaría encabezada por Alejandra Frausto envió un comunicado el jueves. En él también aseveró que “el presupuesto (de la Fonoteca) se ejerce bajo los principios de austeridad, responsabilidad y transparencia en el gasto, sin afectar las labores que esta institución, por ley, está obligada a realizar” y “que con el personal que se encuentra trabajando actualmente se garantizan los trabajos esenciales”.

Sin embargo, tanto trabajadores de Capítulo 3000 como Lavista dijeron que el patrimonio sí está en riesgo.

“El riesgo es real: cada momento que pasa se pierden soportes sonoros por no haber sido identificados y atendidos, su fragilidad es mayor dada la naturaleza de sus materiales, por un lado, y por el otro la obsolescencia tecnológica hace que cada día sea más costoso y difícil migrarlos a un sistema masivo de almacenamiento digital”, argumentaron los trabajadores.

Lavista indicó que tiene “mucha preocupación” por el acervo de su padre: “Pero no hablo sólo de mi caso, hay un grupo muy grande de personas preocupadas. Mientras no nos aseguren que hay un presupuesto lógico para la Fonoteca, habría que buscar que la iniciativa privada apoye a la Fonoteca, pero esa es una idea y antes la Secretaría debe dar un informe real de los acervos y el presupuesto para mantenerlos”. Los Capítulo 3000 habían propuesto reanudar diálogos con autoridades de la Secretaría de Cultura el 18 de enero, pero no hubo respuesta por parte de la dependencia. Fue hasta ayer por la tarde que la Secretaría informó a los trabajadores que tendrían una reunión el lunes.

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