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El Antiguo Palacio del Ayuntamiento es una construcción que fue ideada por Hernán Cortés en 1522; y hasta ahora había sido un espacio dedicado a cuestiones administrativas para personal del gobierno de la Ciudad de México; sin embargo, el espacio actualmente está destinado a ser un museo que busca recuperar la memoria histórica de la ciudad.

“Estamos recuperando la memoria histórica del edificio que ha sido del poder local desde el Ayuntamiento que fundó Hernando de Cortés en 1524”, comenta Alfonso Suárez del Real, secretario de Cultura local.

El funcionario asegura que el espacio “depende directamente del Museo de la Ciudad de México, es como una extensión de dicho museo, así lo concebimos desde la parte administrativa, pero también desde la parte operativa, esto permitirá que el Museo de la Ciudad de México tenga, por ejemplo, un espacio adicional para poder hacer exposiciones relativas a la propia ciudad”.

Además detalla que para su funcionamiento, la Secretaría de Cultura local trabajará en coordinación con la jefatura de Gobierno y con la participación activa de la Secretaría de Turismo, por lo que el grupo de guías pertenecen a ambas dependencias.

“Se trata de que la gente conozca el lugar en donde se tomaban las grandes decisiones, que era en el Salón de Cabildos, mismo que se vino adecuando a lo largo de los siglos de conformidad a los estilos en boga, el último estilo que tenemos es ecléctico, muy característico de finales del Porfiriato. Iniciamos con un presupuesto mínimo, lo que se ha invertido aquí no supera los 200 mil pesos. Los recursos vienen de la propia Secretaría de Cultura, bajan al Museo de la Ciudad de México y desde allí se estará atendiendo la parte curatorial. Turismo hará lo propio con su gente para que cada quien tenga la facultad sobre el personal asignado a este proceso”.

Joya virreinal. El Antiguo Palacio del Ayuntamiento abrió sus puertas el lunes pasado y resalta por ser un “edificio que es una joya virreinal que ha sido modificado a lo largo de los años; la última remodelación fue en los años 40, durante el gobierno del presidente Ávila Camacho, pero es el espacio mismo que siempre ha sido sede del gobierno de la ciudad desde el siglo XVI. Está hecho con cantera y su arquitectura es ecléctica, mezclada, hay del siglo XVI”, explica Guadalupe Lozada, coordinadora de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultura de la Secretaría de Cultura local.

Desde el lunes es posible apreciar dos exposiciones: Los visitantes del Cabildo, conformada por nueve fotografías de la Fototeca del Archivo Histórico de la Ciudad de México de personajes como Carlos Monsiváis y los presidentes Álvaro Obregón, John F. Kennedy (Estados Unidos) y Salvador Allende (Chile), entre otros; y El imaginario de la Ciudad desde El Cabildo, que muestra dos óleos en gran formato de Gerardo Cantú y Rogelio Naranjo, así como litografías.

Los visitantes del Cabildo está en el patio central, mientras que la segunda exhibición da a conocer representaciones de cómo era la ciudad en el siglo XVII, XVIII y XIX.

“El imaginario de la Ciudad desde El Cabildo, que está en el Salón de Cabildos, es una exposición pensada como un acercamiento que quisimos hacer para que la gente reconozca cuál era esa ciudad que el cabildo gobernaba. Son pinturas en gran formato, creadas originalmente para el museo cuando se inauguró en 1964. El recinto ha sufrido cambios en su guión original y teníamos gran parte del acervo en bodega, algo que no podía pasar”, indica Lozada.

Ahí mismo, en el Salón de Cabildos, es posible apreciar una línea del tiempo con toda la historia de los gobernantes que ostentaron el poder en una primera etapa, para luego pasar a un espacio que resalta por la decoración, una veintena de sillas y tres pinturas de personajes históricos como Hidalgo, Morelos y Guerrero.

En el espacio contiguo se encuentran los retratos de 62 personalidades, como Fernando Cortés de Monroy, Antonio de Mendoza, Luis de Velasco, Lorenzo Suárez de Mendoza, Juan de Mendoza y Luna, Antonio Sebastián de Toledo Molina y Salazar y Pedro Nuño Colón de Portugal y Castro, por mencionar algunos.

“Se trata de 62 rostros de los personajes más relevantes de 300 años de dominación española, es decir, de Cortés como el conquistador, como el fundador de los ayuntamientos. Los cuadros son importantes porque se puede ver la moda que privaba en cada uno de los siglos”, explica Suárez del Real.

Al respecto, Guadalupe Lozada comenta que los 62 óleos que forman parte de una colección perteneciente al Gobierno de la Ciudad, fueron hechos durante el mandato de cada virrey, por lo que, considera, “la mayoría son anónimos, pero son importantes porque son de época y lo importante es que reflejan las modas de la época”.

Además de las pinturas, el visitante podrá acercarse a la historia de la Ciudad de México a través de la biblioteca mejor conocida como La carbonera, conformada por un acervo de 7 mil libros, que resguardan el registro público de propiedad en esta demarcación, lo que la convierte en un espacio “especializado en temas administrativos y legales de la Ciudad, lo puede consultar cualquier persona porque además tiene un fondo antiguo y tiene hemerografía. No forma parte obligada de la visita al cabildo, es una visita a parte y con otras características, pero no es de exhibición”, detalla Lozada.

La coordinadora indica que el espacio ofrece servicio de lunes a viernes, de 10 a 17 horas, sábados y domingos hasta las 19 horas, y mientras los días que se implemente el programa Noches de Museos cerrará a las 22 horas, aunque de momento, por vacaciones administrativas, La Carbonera se encuentra cerrada.

La historia y el futuro. Hernán Cortés ordenó la construcción del Antiguo Palacio del Ayuntamiento en 1522 a través de un proyecto liderado por Pedro de Arrieta y José Miguel Álvarez; sin embargo, desde 2013, por disposición oficial, fue cerrado para actos oficiales.

“En febrero vamos a inaugurar una ampliación en el segundo piso, donde vamos a relatar la Reforma política del Distrito Federal, prácticamente del año 82 hasta la Constitución del 2017, y vamos a integrar elementos que hemos encontrado en algunos otros espacios de la ciudad”, dice Suárez del Real.

El 11 de diciembre de 1987, el Centro Histórico de la Ciudad de México fue declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, y el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, al estar dentro de esa demarcación, es un inmueble en el que cada modificación debe ser supervisada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, por ello, indica el secretario, “se pidió autorización y supervisión del INAH”.

Según el funcionario, reciben a diario un promedio de 200 personas, pero su capacidad máxima es de mil 200 por día. En un futuro prevén que todo el espacio sea zona de museo, dado que aún hay algunas oficinas cerradas, pero depende del análisis que hagan “para ver qué tenemos que depurar, si ya hay alguna parte que deban mandar al Archivo Consolidado o ya hay documentos que deban irse al Archivo Histórico de la Ciudad”.

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