El nuevo ballet "Rasputin" de la coreógrafa japonesa Yuka Oishi , con música original de Kirill Richter, busca humanizar a este tenebroso personaje de la historia rusa con la magistral interpretación del bailarín ruso Sergéi Polunin , según sus autores.

"Esta pieza es sobre un sacerdote-bestia, que dentro de sí tiene dos extremos opuestos de su carácter, y yo creo que era capaz de curar a la gente. Esta obra es sobre un ser humano y un sacerdote ", comentó Oishi en conferencia de prensa previa a su preestreno este jueves en Rusia.

El estreno mundial de este nuevo ballet tendrá lugar el día 28 en el teatro londinense London Palladium.

Grigori Rasputin, personaje peculiar de la historia rusa conocido como "el monje loco" y literalmente odiado por la corte del zar, llegó a ser una figura de gran influencia de los últimos días de la dinastía de los Románov, que cayó menos de un año después del asesinato del místico.

Se trata de una puesta en escena que busca ser renovadora tanto desde el punto de vista de su concepto del personaje principal, como de la danza, el diseño escenográfico, que corrió de la mano del checo Otto Bubenicek, y de la música, calificada por su propio compositor de minimalista y plena de referencias intertextuales.

"En la actualidad los medios de comunicación y los filmes dan una imagen unívoca de Rasputin. Cuando yo creé esta obra, no creía que se tratase del monstruo que presentan", señaló la coreógrafa nipona.

"Todos tenemos dos caras, una clara y otra oscura. Estoy convencido de que Rasputin tenía buenas intenciones, quería que todo saliera bien, pero tenía también su lado oscuro y en su vida personal avanzaba en otra dirección", afirmó por su parte Polunin, quien interpreta al polémico personaje.

En ese sentido, el bailarín, considerado por muchos críticos como el "enfant terrible" del ballet ruso por su danza rebelde y reducida a las esencias, insistió en que esta obra se debe por completo a Oishi, quien siente de un modo "muy sensible y correcto" los acontecimientos reflejados en la pieza.

"Yo solo soy un instrumento que baila en 'Rasputin' y junto al equipo de producción le ayudamos a tornar este sueño realidad", aseguró.

La música de la obra fue compuesta por Richter en el breve plazo de apenas dos meses, según comentó el propio músico, y luego los bailarines tuvieron otros dos meses para afinar la coreografía.

"Lo más interesante de esta historia es cómo la tragedia de una familia (la familia del zar ruso) se convirtió en la tragedia de todo un Estado y cómo la muerte de Rasputin condujo prácticamente a la repentina y prematura muerte de toda la monarquía", dijo el músico.

El compositor añadió que el primer acto del ballet muestra la llegada y afianzamiento de Rasputin en la corte del emperador ruso y el segundo, su declive y con él, el inicio del fin del zarismo.

La puesta en escena cuenta con un elenco diverso e internacional, que incluye a la campeona olímpica de patinaje artístico Elena Ilyinij (emperatriz Alexandra Fiódorovna), el bailarín danés Johan Kobboerg (príncipe Félix), el bailarín ruso Alexéi Liubímov (Nicolás II), entre otros.

"Pienso que no existen ciudadanías, nacionalidades. Creo que nuestro cuerpo está creado de píxeles de luz; tenemos diferentes aspectos y nacimos en países distintos, pero no existen diferencias entre nosotros", explicó Oichi la selección del elenco.

Un ballet internacional debe buscar un público internacional, afirmó Polunin, preguntado por Efe si pensaban llevar la obra a España y América Latina.

"Hicimos esta obra para viajar, queremos que llegue a todos los países del mundo. Me alegra comenzar en Rusia, porque la historia es rusa. Luego viajaremos a Londres y más adelante pensaremos en otros países. Mientras más países visitemos, tanto mejor", afirmó.

akc

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