Guillermo Sheridan

, el escritor, periodista, investigador y profesor universitario cumple hoy 70 años de vida; llega a esa edad confirmado como uno de los intelectuales más críticos de la realidad política, social, económica y cultural del país con un estilo afilado y dotado de un gran sentido del humor, tal como lo confirman sus amigos, estudiosos y lectores como Enrique Krauze, Christopher Domínguez Michael, Aurelio Asiain, Ángel Gilberto Adame, José Montelongo y Antonio Ortuño.

Su obra literaria suma una larga lista de libros sobre la poesía moderna, el grupo de los Contemporáneos y poetas como Ramón López Velarde, José Juan Tablada, José Gorostiza, Jorge Cuesta, Gilberto Owen, Efraín Huerta y especialmente Octavio Paz, de quien ha escrito un profundo ensayo sobre su vida en tres volúmenes. Pero además de gran ensayista, Sheridan es un gran cronista, como consta en más de media docena de libros que reúnen su obra.

El columnista de EL UNIVERSAL y colaborador de la revista “Letras Libres” es autor de textos periodísticos demoledores que ponen el dedo en la llaga con un afilado sentido crítico y paródico. El propio Sheridan acepta ser un “polemista incómodo”; cuando en 2019 recibió el Premio Jorge Ibargüengoitia de Literatura de la Universidad de Guanajuato dijo que usa la risa “como proclama de la buena conciencia, instrumento para demoler blancos fijos, predicación para convencidos y práctica de la gazmoñería de la corrección política”.

Su amigos y lectores trazan el retrato intelectual del escritor nacido en la Ciudad de México el 27 de agosto de 1950. El historiador Enrique Krauze asegura a EL UNIVERSAL que Guillermo Sheridan cumple 70 años en plena creatividad y con una obra inmensa.

“Universitario que no usa a su institución sino que la defiende, crítico e historiador de nuestras letras, biógrafo literario de López Velarde y Octavio Paz, Guillermo escribe desde hace años los más punzantes e informados artículos sobre nuestra penosa vida política. Ningún poder, menos el actual, puede refutarlos: Quevedo y Swift conviven en su prosa”, afirma Krauze y concluye: “Qué orgullo su pertenencia a ‘Letras Libres’. Qué alegría ser su amigo”.

Del autor de libros como “Allá en el campus grande”, “Viaje al centro de mi tierra”, “Toda una vida estaría conmigo” y “Paseos por la calle de la amargura”, el crítico literario Christopher Domínguez Michael dice que es el gran humorista de la literatura mexicana. “Hace rato que superó a Ibargüengoitia, su maestro, como en su día -dijo Benítez- Pacheco superó a Reyes”.

Domínguez Michael dice que además de sus méritos como historiador de la poesía mexicana y de la poesía de Paz durante los últimos años, Sheridan ha sido un azote para la clase política, lo mismo para los viejos jerarcas priistas, los nuevos ricos y ahora la nomenclatura de Morena.

“En él sobrevive una figura de otra era geológica: el escritor satírico; y curiosamente las redes sociales lo vuelven, a ese tipo de autor en apariencia anacrónico, de una actualidad endemoniada. Es hora de que se reedite ‘El dedo de oro’, su comedia sobre la eternidad de Fidel Velázquez, novela que acaso apareció de manera prematura y espera nuevos lectores”, apunta el columnista de EL UNIVERSAL.

Otro colaborador de este diario, Ángel Gilberto Adame, señala: “Guillermo Sheridan, al día de hoy, es el mejor ensayista vivo que hay en este país. Desde el punto de vista humorístico es heredero de la trayectoria de Jorge Ibargüengoitia; desde el punto de vista crítico, es un gran continuador de la línea de Jorge Cuesta, y quizás entre todas las virtudes que yo rescataría en Guillermo está su honestidad intelectual y su valor cívico, es una persona que escribe y es fiel a sus convicciones”.

Por su parte, el poeta, ensayista y traductor Aurelio Asiain dice que no fueron más afortunados los lectores contemporáneos de Salvador Novo, que leían sus crónicas de “Hoy” y “Mañana” en una tinta tan fresca como los acontecimientos que las entretenían, ni los que abrían el “Excélsior” en la página ocho para ir directamente al artículo de Jorge Ibargüengoitia, que quienes hoy siguen a Guillermo Sheridan en EL UNIVERSAL y “Letras Libres”.

Dice que su prosa es más dúctil, variada en registros y rica en recursos, y que ver cómo ha rescatado, estudiado, editado, anotado y biografiado a Ramón López Velarde, a José Juan Tablada, a José Gorostiza, a Octavio Paz, lo deja ver sobre todo como comentarista, pero lo es también de una vasta literatura y de la intrincada actualidad.

“En él conviven y se alternan el filólogo erudito y el lexicógrafo estricto, el traductor preciso, el aficionado a Grecia y Roma familiar con muchas mitologías, el penetrante lector de poesía, el narrador desmesurado. Con frecuencia, por la maestría verbal, el espíritu lúdico, el ánimo paródico y el temple polémico que la animan, su prosa hace pensar en la de otro Guillermo: Cabrera Infante. No es que se parezcan tanto, salvo quizá, indudablemente, en esto: nuestro prosista mayor es, sobre todo, un poeta”, afirma Asiain.

Para el crítico literario José Montelongo, Sheridan es el escritor satírico. “Uno de los pasatiempos favoritos de Sheridan es burlarse de todo lo que presuma de ‘auténticamente mexicano’. Le parece ridículo meter en moldes minúsculos los ingredientes esenciales de la cultura nacional, abusivo arrogarse el derecho de decidir lo que cabe en esos moldes, y absurdo buscar en ellos oráculos sobre el origen y el destino de la nación”.

Montelongo agrega que puede que sea el escritor satírico más demoledor que haya tomado la pluma en este país, y sin embargo él ha dicho que todo eso está pergeñado como con la mano izquierda y que su obra está en otro lado, “y en eso no le falta razón, pues ahí están sus libros sobre Paz, López Velarde y los Contemporáneos, hay veces que lo escrito con mano izquierda revela también la vocación, la libertad, el juego, y a fin de cuentas la literatura es juego”.

Antonio Ortuño, por su parte, dice que no siempre está de acuerdo con los textos de Guillermo Sheridan, “pero siempre me divierte y admiro su agudeza. Su oído para el lenguaje popular, su capacidad para satirizar al viejo sistema priísta y a sus secuelas que seguimos padeciendo; me parece un trabajo intelectual estupendo. Además le debemos su obra como editor de los libros de artículos de Jorge Ibargüengoitia y sus estudios literarios. Lo sigo leyendo con el mismo interés que lo leo desde la adolescencia”.

Esos trazos profundos y certeros dan cuenta de la obra y el estilo literario y periodístico de Guillermo Sheridan, el investigador del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM desde 1978, autor de una novela y guiones para cine, profesor universitario e investigador que hoy arriba a las siete décadas de vida con una sólida trayectoria y con varias investigaciones y colaboraciones periodísticas planeadas.

Una probadita de humor

TWEETS

- “Me pregunto si, dentro de poco, la constitución mexicana será la primera en el mundo en emplear el concepto fifí”.

- “Cualquiera que lea a Platón ya estudia en el Extranjero”.

REFERENCIAS

- AMLO: El Supremo, Luz en la noche, Padre Moral de la Patria y al menos 20 más.

- John Ackerman: Consejero y superdelegado del Supremo o Superestrella de la 4T.

- 4T: Enésima simulación.

Sobre Sheridan

- "Escribe los más punzantes e informados artículos de nuestra penosa vida política. Ningún poder, menos el actual, puede refutarlos”, Enrique Krauze, historiador.

- “Las redes sociales lo vuelven, a ese tipo de autor en apariencia anacrónico, de una actualidad endemoniada”, Christopher Domínguez Michael, crítico literario.

- “Sheridan es el mejor ensayista vivo que hay en este país. Desde el punto de vista humorístico es heredero de la trayectoria de Jorge Ibargüengoitia”, Ángel Gilberto Adame, investigador literario.

- “Uso la risa como proclama de la buena conciencia, instrumento para demoler blancos fijos y práctica de la gazmoñería de la corrección política”, Guillermo Sheridan.

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