Hasta hace pocas semanas, la Secretaría de Educación Pública (SEP) no parecía disponer de los recursos para concluir la impresión de decenas de millones de libros de texto gratuito que a partir de los primeros días de septiembre deberán estar en manos de alumnos incluso en el rincón más apartado del país. Peticiones de auxilio de última hora para formalizar los contratos respectivos eran atendidas con una posposición tras otra.

En preparatorias y universidades públicas crece la desazón por la entrega de becas a estudiantes (se estima en cuatro millones el número de beneficiados) que a veces sí, a veces no, sin un padrón transparente ni una lógica apegada al desempeño académico, reciben un cheque; eso sí, generado por Banco Azteca, una marca cercana a la casa. La encargada del programa es una señora que dirigió un periódico en Chignahuapan, Puebla.

En el equipo de trabajo de la SEP, de suyo compactado por razones de austeridad, hay bajas sensibles que oficialmente no han sido aceptadas. Entre ellos Gilberto Guevara Niebla, subsecretario de Educación Básica. Reconocido experto en el tema, a sus 75 años asumió que despacharía desde casa los asuntos que estuvieran a su alcance. Los demás (que son muchos) le son encomendados a otros funcionarios, en particular a Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior, militante de izquierda desde las juventudes comunistas y personaje cercano al presidente López Obrador.

Pese a su función cada vez más transversal en Educación, Concheiro parece haber topado con la dura realidad ante el reclamo surgido desde Palacio Nacional para avanzar hacia una reforma de ley (el sector tiene varias pendientes) que establezca el acceso gratuito al nivel universitario. Esto supondría cancelarle a casas de estudio de gran parte de los estados ingresos por cuotas de inscripción y otros por un monto global de 17 mil millones de pesos anuales, que nadie sabe de dónde saldrán una vez que la nueva normatividad se abra paso.

Estas instantáneas de la SEP, cuya operación alcanza a más de un millón de servidores públicos, con una materia de gran impacto y explosividad social, tiene en su centro a Esteban Moctezuma, uno de los actores bajo mayor soledad en el gabinete presidencial.

Proliferan en el gabinete historias en la que burócratas menores de la SEP han desechado instrucciones simples del secretario de Estado a cargo de la dependencia. Moctezuma es una víctima más de la casta de las ahora unidades de administración y finanzas (antes oficialías mayores), gobernadas desde la Secretaría de Hacienda en forma soberana. De tal jettatura solo se libraron Defensa y Marina.

No será la primera ocasión en que Moctezuma Barragán deba mostrar su resiliencia. Esto es, su capacidad para soportar las amarguras que le impone el servicio público.

APUNTES: El gobierno de López Obrador ha ido posponiendo el anuncio de que se hallan en prisión ya cinco colaboradores del general Eduardo León Trauwitz, quien estaría refugiado en Canadá para eludir su detención. Trauwitz fue un protegido del expresidente Enrique Peña Nieto desde que era gobernador del Estado de México. Durante todo el sexenio pasado estuvo a cargo de un equipo formado por al menos 2,500 militares que oficialmente combatieron el robo de combustible. En los hechos, el delito se multiplicó. Persisten muchas dudas sobre los contratos establecidos en esa época con proveedores que hicieron tareas de alta confidencialidad. O sobre por qué las aeronaves formalmente adquiridas para enfrentar al “huachicoleo” fueron puestas a disposición del ex director de Pemex y sus traslados personales, o entregadas al Estado Mayor Presidencial.

rockroberto@gmail.com

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