El TRI-polio

Si alguien en el futbol mexicano conoce a fondo el manejo de los distintos modelos económicos existentes es Decio de María, economista de profesión, quien en el futbol encontró un descanso a sus años como funcionario público en distintas dependencias federales como el Banco de México y la extinta Secretaría de Comercio y Fomento Industrial.

La economía no es tan compleja, el funcionamiento de la Selección Mexicana como producto lo es; se puede pensar que está sobrevalorada, pero, el precio del Tricolor y sus transmisiones es desconocido: ¿cómo designarle un valor a un producto de “primera necesidad”?

La respuesta es fácil a través de las leyes de la oferta y la demanda, más fácil aun cuando la oferta y la demanda encuentran el equilibrio para entregar una curva en la que tu oferta puede ser mayor que tu propia demanda; les hablo en chino ¿verdad?, se los pongo en lenguaje coloquial; la Federación Mexicana de Futbol puede poner el precio que se le antoje, porque es la única capaz de compartir la propiedad y uso del equipo nacional con quien más le convenga, de acuerdo con las propuestas económicas, es dueño del monopolio tricolor.

Durante muchos años, las transmisiones de la Selección Mexicana han sido propiedad de Televisa y recientemente de Televisión Azteca, seamos claros, también eran las únicas opciones; con el tiempo, mayor número de medios de comunicación interesados aparecieron y levantaron la mano.

Las televisoras y plataformas interesadas buscan los billetes debajo del colchón para poder presentar una oferta que supere a la de su competencia para convertirse en el monopolista de la redistribución de los derechos de transmisión estableciendo precios inauditos con la finalidad de quedarse con todo el pastel.

En una organización que tiene como presidente a un economista, la pregunta es ¿por qué limitar sus ingresos a una única opción?, Decio de María conoce bien la función del mercado, sabe que la oferta no será sólo una y me parece extraño que no busque maximizar los ingresos de la Federación repartiendo “el pastel” entre los interesados de acuerdo con lo que hayan juntado, porque seguro hasta de la tanda agarraron.

El monopolista no puede fijar precio y cantidad simultáneamente, entonces la Femexfut tiene la completa capacidad de acomodar los derechos de transmisión entre el mayor número de interesados, salvo que rompa con toda teoría y modelo económico existente, se vaya por la fácil, tenga un solo socio comercial en este rubro y decida cerrarse a ganar más.

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