Hace unos días leía una historia que me movió el alma, las tripas y el corazón, fueron días previos al sismo, era una de esas historias que te llegan a través de las redes sociales, el escenario del relato el Monte Areo en España, sí, a miles de kilómetros de aquí, platicaban sobre una ruta de ciclismo a favor del cáncer infantil, esto me remontó al momento a la gran responsabilidad social que tiene el deporte y sus involucrados en mostrar solidaridad con la sociedad.

Las desgracias nunca vienen solas en un país como México, con esto me refiero a que nunca un mexicano estará solo, porque hay más mexicanos respaldándolo, tomando su mano; sí, un mexicano no pierde nunca tiempo para ayudar a otro compatriota, tras el temblor la comunidad deportiva de nuestro país despertó y actuó inmediatamente, tanto la profesional como la amateur, y es qué, ¿quiénes con mayor convocatoria que ellos para atraer la cooperación de la comunidad?

Durante los últimos días hemos sido testigos de historias de todo tipo, historias llenas de dolor, historias de aliento y esperanza e historias que nos hacen sentirnos orgullosos de la unidad que podemos tener como país si nos lo proponemos, y justo ahí nace la grandeza del deporte.

El deporte en México se puso las pilas con rapidez, no tardaron en actuar para motivar a sus aficionados a cooperar y comenzar a donar a través de ellos, poniendo como prioridad estos días y los consecuentes a ayudar, el torneo, la Copa, el calendario, la carrera; sí, todo en este momento tenía que esperar, lo único que no, era sumar.

Más allá de las canchas, se sabe lo que es prioridad, pero, la respuesta instantánea es tan importante como la que puedan mostrar y mantener en el futuro, la movilización que el deporte pueda hacer en los siguientes meses será la que ayude a dirigir a la sociedad hacia una causa: reconstruir el país.

¿Hasta dónde llegará la solidaridad del futbolista que empacó víveres en el centro de acopio? ¿Podrá un equipo de futbol comprometerse a mantener una campaña permanente en pro de México? ¿Será que un boxeador que rompe una alcancía para realizar un donativo no se tiente el corazón para romper la siguiente cuando esto se requiera? Ahí está la dura tarea para el deporte nacional y quienes lo integran, ser el vehículo para llevar a la sociedad a la siguiente fase, vincularse con la tragedia hasta que se requiera y no dejar de ser parte del tejido social.

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