En medio de la recomposición política y empresarial que comienza a gestarse tras el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, la familia Quintana busca recuperar el control de ICA, la emblemática constructora mexicana que enfrentó, durante la segunda mitad del gobierno de Enrique Peña Nieto, la mayor crisis financiera de su historia.

Fundada en 1947 por Bernardo Quintana Arrioja, ICA se convirtió en la constructora más icónica e importante del país, así como un semillero de ingenieros mexicanos. Fue también una empresa clave del “desarrollo estabilizador” que experimentó la economía nacional entre 1940 y 1970 y que Andrés Manuel López Obrador quiere revivir. Su aportación a la infraestructura mexicana y su arraigo le permitirán regresar, junto a sus fundadores, a las grandes ligas de los negocios en México el próximo sexenio.

Lo interesante del resurgimiento de la familia Quintana es que será a través de Bernardo Quintana Kawage, nieto del fundador de Ingenieros Civiles Asociados e hijo del actual presidente del Consejo, Bernardo Quintana Isaac.

Quintana Kawage se acercó al futuro jefe de Oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, para plantearle la posibilidad de que su familia retome el control de la empresa. En dicha reunión también estuvo presente su padre, Bernardo Quintana Isaac, quien es un viejo conocido de Romo: ambos han coincidido en el Consejo Mexicano de Negocios y en empresas como Cemex.

En marzo pasado, ICA, al mando de Guadalupe Phillips, concluyó su proceso de concurso mercantil. Tres meses después, el inversionista David Martínez decidió capitalizarla con 215 millones de dólares, con lo cual se quedó 40% de su deuda convertible en acciones.

Quintana y Martínez pactaron, a mediados de 2016, la ruta de salida del dueño de Fintech de la empresa.

Con la ayuda de Phillips, su actual directora general, buscarán regresar a ICA a cotizar a la Bolsa Mexicana de Valores para que Martínez pueda hacer líquida su inversión y salga de la empresa con sus respectivas ganancias. La intención es hacerlo tan pronto como el próximo año.

El escenario, sin embargo, podría complicarse debido a que la mayoría de sus obras dependen del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM). ICA ganó el contrato para construir las plataformas del nuevo aeropuerto, así como las licitaciones para desarrollar la losa de cimentación y el edificio terminal. Su subsidiaria ICA Flour Daniel a su vez construye la red de distribución eléctrica subterránea del proyecto.

El interés de que ICA resurja podría ser un indicador de que es muy poco probable que el nuevo gobierno eche abajo la obra del nuevo aeropuerto.

La tercera generación. Bernardo Quintana Kawage, quien se perfila como el sucesor de la dinastía Quintana al frente de ICA, es en la actualidad propietario y director general de su propia constructora, la cual, bajo el nombre de Advance ABQ México, ha participado en proyectos como la construcción del Centro de Justicia Penal Federal, en Tapachula, Chiapas; el deprimido en la zona de Picacho y Periférico Sur en la Ciudad de México, o la remodelación de la estación Insurgentes de la Línea 1 del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

ABQ México también participa en los sectores de energía y petróleo, a través de una empresa filial denominada Gasolinas y Destilados de México, enfocada al almacenamiento y transporte de productos petrolíferos dentro y fuera del territorio nacional.

El ingeniero civil por la Universidad Anáhuac es, a la par, presidente del Instituto Bernardo Quintana, un centro de investigación en materia de ingeniería dedicado a brindar asesorías técnicas a las entidades involucradas con el desarrollo de infraestructura, ya sean éstas públicas o privadas.

El tercer eslabón en la dinastía Quintana también hizo escuela en la empresa familiar, pues entre 2005 y 2014 desempeñó los cargos de director de Operaciones de ICA Construcción Civil y director General de ICA Construcción Urbana.

Tras la mala administración de Alonso Quintana Kawage, también hijo de Bernardo Quintana, ahora la oportunidad será para el más experimentado de la tercera generación.

Posdata. Tras su crisis, la posición de la familia Quintana se diluyó a menos 3%. Su regreso a los mercados accionarios les devolvería el control de la compañía y un paquete adicional de acciones que amarraron en la reestructura. Su participación, empero, seguirá siendo modesta, pues nunca tuvieron más de 15% del capital social de la compañía y así planean mantenerse.

***En la ilustración Bernardo Quintana Isaac.

Twitter: @MarioMal
Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses