Sólo AT&T y Telefónica decidieron entrar a la licitación de los 120 MHz que quedaban en la banda de los 2.5 GHz después de que MVS cediera el uso de sus 60 MHz a América Móvil. Vaya sorpresa, Altán decidió no participar en este proceso, ello tiene diversas lecturas que ahora plantearé. Telcel tampoco entró, a pesar de que las bases de licitación le permitían participar en la segunda fase y ahora le platicaré la lógica de por qué no lo hizo.

La banda de 2.5 GHz es una banda de capacidad. Esto significa que tiene la bondad de que a través de ella se pueden transmitir grandes cantidades de información. No es una banda óptima de cobertura, tiene alrededor de 6 veces menor alcance que la de 700 MHz, mientras que esta última, que es la que utiliza Altán en la red compartida, no es una banda de capacidad, esto quiere decir, que son bandas complementarias.

Altán. Sorprendió que Altán decidiera no participar: recordemos que ellos -y también Rivada- cabildearon para que en 2016 la propia Subsecretaría de Comunicaciones, todavía a cargo de Mónica Aspe, solicitara al Instituto Federal de Telecomunicaciones que retrasara el proceso licitatorio para que el ganador de la red compartida pudiera participar en él; pidieron precios más bajos y lograron que su dinero valiera 30% más que el del resto de los participantes; también está el incentivo para todos de diferir el inicio de la vigencia de la concesión y con ello retrasar el pago de derechos por dos años.

Telcel. De Telcel no sorprende tanto. El diseño de las bases, y el hecho de que ya tienen 60 MHz en esta banda, los que MVS les cedió, aunado a los altos derechos que se deberán pagar anualmente, hizo que decidiera declinar. La cuestión es que Telcel, por un tema de competencia económica, solo podía participar en la segunda fase y por un solo bloque, pero las bases señalan que el participante que no presente una oferta por al menos un bloque en la fase uno o dos al iniciar la actividad en la ronda, será descalificado y con ello se le ejecutará la garantía de seriedad de 700 millones de pesos (apéndice B, página 20 de las Bases de Licitación). Así que, si el espectro que sobraba en la segunda fase no era del interés de Telcel, de cualquier forma tendría que comprarlo o perder la garantía. Ante la posibilidad, que Telcel tenía clara, de que no participara Altán, y con ello se dieran adjudicaciones casi directas en la primera fase, prefirió no entrarle.

Todo esto nos lleva a plantear lo siguiente:

1. Es indudable que el monto de derechos, situación imputable a la Secretaría de Hacienda, es alto; es necesario repensar el esquema tributario general en materia de espectro radioeléctrico.

2. Altán manda una muy mala señal al no participar en esta licitación, la banda de 2.5 GHz es compañera natural del proyecto de la compartida, es la que satisfaría la demanda de capacidad, vaya, hasta se menciona en la reforma constitucional. ¿Será que no ven el proyecto como una inversión a largo plazo? ¿Será que sus socios no quisieron ya invertir para obtener la garantía de seriedad?

3. ¿Se garantiza la viabilidad del proyecto de la red compartida, aún sin la banda de 2.5 GHz? ¿Saldrá el secretario Gerardo Ruiz Esparza a explicarnos qué pasó o seguirán festejando la puesta en marcha? ¿Qué dirá PROMTEL?

4. ¿Hay verdaderas condiciones de competencia en esta licitación, en una licitación de dos jugadores? ¿Debería el IFT considerar suspenderla?

5. ¿Cómo evitará el IFT que AT&T y Telefónica se pongan de acuerdo?

6. Si se adjudica la banda en el valor mínimo de
referencia por no haber suficientes jugadores, ¿qué dirá MVS que pagó casi 2 mil millones de pesos de aprovechamiento por 60 megas sin cobertura nacional, mientras que la misma cantidad de MHz, con cobertura nacional, podrían adjudicarse a la mitad de
precio?

Hay muchas dudas aún en el aire, solo le digo que lo que está pasando con la banda de 2.5 GHz sin duda no es lo que se esperaba, el IFT debe hacer un ejercicio de control de daños y la SCT dejar de festejar y salir a explicar, más allá de los dos párrafos del comunicado de prensa de Altán en el que anuncia que no participará en la licitación, cómo impacta esto al proyecto de la red compartida.

En la sobremesa. Internet en casa. AT&T está ofreciendo el servicio de internet fix wreless. Resulta que usted podrá, como ya sucede en otros países, ir a la tienda de la empresa, contratar el servicio y llevarse el módem a su casa, lo conecta a la luz y listo, tiene servicio de internet inalámbrico. Funciona con las mismas bandas que utiliza la empresa para prestar telefonía, por lo tanto, en las zonas donde no tiene cobertura pues no servirá. Hay dos paquetes, el de 10 megas por 350 pesos y el de 5 megas por 200 pesos mensuales. El módem cuesta mil 200 pesos precio de contado o 30 mensualidades desde 20 pesos. Se ve muy bien esta oferta para atender la demanda en zonas en las que llegar con cable es más caro y para aquellos que no quieren paquetes ni de tv ni de telefonía fija, ojalá les funcione.

Libro y amparo. Clara Luz Álvarez presentó su libro Telecomunicaciones y Radiodifusión en México en el CIDE. Gran evento, gran libro. Clara Luz, además de estupenda académica, es una incansable luchadora. No quita el dedo del renglón y aunque el Poder Judicial insiste en hacérsela cansada con su amparo contra los lineamientos de clasificación que emitió Segob, seguirá insistiendo, así es como se construye la ciudadanía, tenemos mucho que agradecerle a ella y a su trabajo, y yo por aquí empiezo.

*Presidenta de Observatel, integrante del Comité de Participación Ciudadana del SNA, académica de la Universidad Iberoamericana. Este artículo refleja la posición personal de la autora. Twitter: @soyirenelevy

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