Una voltereta de éstas, con el nivel mostrado ayer, no puede ser satisfactorio cuando te enfrentas a un rival de extrema pobreza y éste, con todo y sus limitantes, te pone en peligro durante más de 70 minutos.
Es cierto que el equipo mexicano tuvo una reacción que hizo emocionar a mucha gente, pero que no muestra ningún avance, sobre todo en la línea defensiva mexicana, por la terquedad de alinear a futbolistas que no tienen actividad con sus equipos.
El porcentaje de minutos que Héctor Moreno (Roma), Diego Reyes (Porto), Carlos Salcedo (Eintracht) y Miguel Layún (Porto) tienen con sus equipos es inferior a lo que un seleccionado debería para ser indiscutible de su técnico. Ninguno de estos futbolistas son titulares con sus clubes y eso se vio ayer.
En el gol de Shahdon Winchester, quien juega en Murciélagos del Ascenso MX , Salcedo y Reyes demostraron que les falta ritmo de partido y que la Selección Nacional no tiene que ser el equipo para ganarlo. Acá no están para subir su nivel, están para resolver y por lo menos ayer no lo hicieron, por el contrario, comprometieron.
Que Trinidad y Tobago te ponga en problemas, pero le des la vuelta quiere decir que te pusiste a jugar 15 muinutos y te alcanzó, pero esto no es algo que vaya a suceder siempre, sobre todo cuando juegues con un equipo importante. Las dudas seguirán para la Copa del Mundo, cuando enfrenten a rivales de otra categoría, porque si bien ayer sacaron la victoria, ya sabemos lo que ha sucedido en otros torneos de mayor envergadura