Luego de que en días pasados la Secretaría de Hacienda entregara al Congreso la iniciativa del Presupuesto de Egresos para 2018, al revisar el apartado correspondiente al sector turismo no puedo dejar de preguntarme ¿Qué parte de 8.7% del PIB no entienden los funcionarios de dicha dependencia? ¿Qué parte de los 2.3 millones de puestos de trabajo ocupados (según Inegi en 2015) o 3.5 millones de personas ocupadas (según el Observatorio laboral de la Styps en este 2017) no queda clara?

¿Qué parte de lo que afirma el Presidente Peña Nieto en su cuenta de twitter al decir “hoy, el turismo genera uno de cada seis empleos” no la estamos entendiendo, en este país con 53 millones de personas viviendo en condiciones de pobreza?

Una vez más, al parecer, presenciamos la contradicción de que, por un lado, se sigue sosteniendo que el turismo es una prioridad y, por otra parte, se hace un requerimiento de recursos 6% menor a lo autorizado por el Congreso para 2017.

Me parece que los actores de la industria –millones de trabajadores, miles de empresarios y millones de habitantes de los destinos turísticos– deben recibir una explicación de porqué el presupuesto que hoy se solicita es menor en más de 55% en términos reales, al solicitado para 2015 (en 2015 se pidieron 7.3 miles de millones de pesos y hoy se propone un presupuesto de 3.7 miles de millones de pesos).

Falta decir, por cierto, que los 3.7 miles de millones de pesos son 7 diezmilésimas parte del total del presupuesto planteado al Congreso.

Con ello, me es inevitable reiterar que el turismo genera 8.7% del PIB y que el saldo de la balanza turística en los primeros siete meses del año supera los 7.3 miles de millones de dólares que contrastan con los déficits de las balanzas comercial, manufacturera y petrolera (4.4, 0.1 y 9.4 miles de millones de dólares, respectivamente).

Aunque tal vez sea solo una anécdota se debe
mencionar que el presupuesto para la nómina del sector central hacendario (2.7 miles de millones de pesos) es equivalente a 70% de todo el presupuesto para el sector turismo.

¿Necesita dicho sector turismo un presupuesto como el del sector agropecuario (64.3 miles de millones de pesos, 79% de los cuales se destinan a subsidios)? Considero que no, que en realidad no se requiere de estos niveles de gasto. Sin embargo, no se puede desconocer que los recursos asignados a convenios de coordinación con los estados que son el principal instrumento de que se dispone para la alineación de la política turística, se ven 70% reducidos en relación con lo solicitado en 2015, quedando, en promedio, menos de 20 millones para cada entidad federativa; así, por ejemplo, no se podrían asignar 6 millones (una cifra francamente menor) al mejoramiento de cada uno de los 111 Pueblos Mágicos, pues los recursos no alcanzarían para ello.

Del otro lado está el tratamiento que tradicionalmente se le viene dando a Fonatur, que se reduce a pequeñas inversiones que incluyen el mantenimiento de los Centros Integralmente Planeados (gasto que debería ser asumido localmente) y algunas asignaciones, más bien aisladas y sin posibilidades reales de detonar inversiones significativas.

No hay espacio de duda para sostener que el turismo mexicano vive su mejor momento, pero una vez más, se debe tener en cuenta tanto la vulnerabilidad de la actividad ante factores endógenos a ella (inseguridad, debilidad de los mercados y fenómenos naturales, por ejemplo), como el hecho de que en buena medida lo que hoy se cosecha tuvo como origen el pasado y no se realiza un esfuerzo importante por desarrollar la oferta turística que debería estar en el mercado de aquí a unos 10 o 20 años. Como muchas otras veces, hoy el Congreso tiene la palabra.

Cambios en el liderazgo turístico mundial. En días pasados, la Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT) confirmó el nombramiento de Zurab Pololikashvilly de nacionalidad georgiana, para ocupar la Secretaria General de este organismo en el periodo 2018-2021. Sin duda, se extrañará el trabajo de Taleb Rifai, gran amigo de México, quien deja un legado fundamental luego de comandar los destinos de esta agencia de Naciones Unidas desde el 2008. Tengo la impresión de que vendrán años retadores para la OMT y, en consecuencia, México debería fortalecer su siempre importante presencia en ella. Director de la Facultad de Turismo y Gastronomía, Universidad Anáhuac México.

Twitter: @fcomadrid

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