Por: Itzcoatl Felipe Aquino Díaz

Soy el Dr. Itzcoatl Felipe Aquino Díaz y me siento orgulloso de haberme formado en la máxima casa de estudios: la Universidad Nacional Autónoma de México, una de las 20 mejores universidades del mundo. Ser universitario ha sido la más grata experiencia y la mejor decisión que he tomado. Desde el momento en el que ingresé a la Escuela Nacional Preparatoria, plantel 5 “José Vasconcelos”, tuve acceso a una educación de gran calidad y que de otra forma no habría podido obtener, ya que la UNAM me permitió adquirirla de forma gratuita. Por lo anterior, quiero señalar el gran esfuerzo que se realiza en la UNAM para que a todos los que han ingresado como estudiantes se les provea de un excelente nivel educativo sin importar la posición económica o social.

Mi formación en la UNAM ha ido más allá de las aulas y esto me ha permitido crecer y desarrollarme como individuo, además de prepararme para contribuir a mi sociedad. Adquirí valores que me guiarán durante toda mi vida; tales como honestidad, empatía, humildad, gratitud y paciencia. Aunque debo reconocer que al inicio no entendí que esta formación no se puede obtener sólo con pertenecer a la UNAM, esto sólo se puede obtener mediante la dedicación y el esfuerzo.

Al finalizar mis estudios de preparatoria ingresé a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia en Ciudad Universitaria y, a partir de ese momento, tuve la fortuna de conocer compañeros con los mismos intereses y profesores que, con mucha pasión, lograron transmitir su conocimiento y me generaron mayor interés por adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Aún recuerdo a uno de mis profesores que, con mucha dedicación, preparaba las clases para nosotros y siempre se aseguraba de que el conocimiento se transmitiera de forma clara y precisa, logrando transmitir su pasión por la medicina veterinaria e inspirándome a superarme cada día.

Desde pequeño tuve el interés de conocer la explicación de varios eventos de la naturaleza, y ya en la preparatoria pude adquirir las bases del método científico experimental, conocimientos que sigo aplicando en la vida diaria y que me han permitido incursionar en la investigación. Al terminar la licenciatura continué con los estudios de posgrado, tanto maestría como doctorado; en cada una de estas etapas tuve resultados exitosos. Por dar un ejemplo, en maestría descubrí un nuevo efecto de un fármaco comúnmente utilizado, teniendo resultados prometedores para el nuevo tratamiento que proponía implementar, razón por la cual decidí adentrarme más en la investigación de este fármaco, por lo que solicité mi ingreso a los estudios de doctorado. Durante ese tiempo adquirí nuevas experiencias y me enfrenté a nuevos retos, como el gran desafío de “la enseñanza”, porque, como universitario, el aprender es sólo una parte de la gran fortuna que nos brinda la Universidad, pero también el transmitir tus conocimientos y experiencias a las nuevas generaciones.

Al finalizar mis estudios de doctorado participé en la convocatoria para el Premio CFM-Fundación UNAM para la Innovación Farmacéutica 2018, organizado por el Consejo Farmacéutico Mexicano, Fundación UNAM, A.C. y la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), del cual resulté ganador del primer lugar en la categoría de doctorado con mi trabajo de tesis titulado Evaluación de la eficiencia de preparados de quinfamida para el tratamiento de coccidiosis en pollos de engorda. Para mí es un gran orgullo y me llena de satisfacción debido a que para este premio participan alumnos de todas las facultades e institutos de investigación de la UNAM, y en esta ocasión fue la primera vez que el ganador pertenecía al área de salud animal, tal como lo mencionó en la ceremonia de premiación el Lic. Julio Sánchez y Tépoz, comisionado Federal de COFEPRIS, considerando que generalmente los trabajos participantes están enfocados al área de salud humana.

Agradezco a la Fundación UNAM por haberme otorgado el premio, ya que representa para mí un enorme reconocimiento a mi trabajo y todo el esfuerzo que invertí cada día para que éste se llevara a cabo con el más estricto rigor científico que he aprendido en la Universidad, impulsándome a trabajar con más entusiasmo y dedicación cada día como investigador, por lo que siempre seguiré adelante dando mi máximo esfuerzo. Aunado a esto, la Fundación UNAM me proporcionó un estímulo económico que ha sido de gran ayuda para mí y mi familia.

Además, me gustaría resaltar la gran labor que ha desempeñado la Fundación UNAM para apoyar a los alumnos en los diferentes niveles educativos desde hace 26 años. Aparte del premio al cual fui acreedor por desarrollo farmacéutico, la Fundación UNAM otorga estos mismos reconocimientos en diversas áreas del conocimiento, promoviendo la innovación científica entre la comunidad universitaria, generando el interés de los estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado. Por otra parte, la Fundación UNAM proporciona diferentes becas a alumnos de bajos recursos económicos para que continúen con sus estudios y se evite la deserción académica. Desde el inicio de sus actividades ha beneficiado a miles de alumnos con becas de manutención y apoyo nutricional, ayuda para la realización de estudios en el extranjero y, por si fuera poco, el trabajo de la Fundación UNAM no termina con los alumnos, también promueve la realización de brigadas de salud en las comunidades más vulnerables del país. Adicional a esto, debe ser reconocida por la promoción de la cultura mediante diversas actividades realizadas constantemente.

Como universitario, estoy seguro de que la educación es el camino para el desarrollo de México y la labor que realiza la Fundación UNAM permite que cada día más estudiantes puedan finalizar sus estudios con las mejores condiciones, por lo que la participación de la sociedad es primordial para que la Fundación UNAM continúe con esta gran labor.

1er. lugar Doctorado -Premio CFM-Fundación UNAM para la Innovación Farmacéutica

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