Teatro: Musth (o el elefante que los hombres llevan dentro)

Por Tania Jessica Vázquez Hernández / @Tania1Vazquez

¿El hombre es un sujeto violento por naturaleza o se trata de una construcción social que se ha tejido de generación en generación? Este es el punto de partida del que la compañía Cro-Magnon despliega una serie de exposiciones sobre el hombre y su violencia, específicamente, la sexual.

En esta puesta en escena se nos presenta a cinco jóvenes que hablan habitualmente de su sexualidad entre ellos: falos, vaginas, cantidades y cualidades de sus experiencias en el rubro. La obra se plantea alrededor de la historia de “Testo-porky”, que parece ser un hilo conductor en la trama que se dibuja en este montaje… aunque tal vez las hazañas de Testo-porky no sean más que un pretexto para exponer la conducta de los hombres respecto al poder que tienen por el simple hecho de serlo.

Para esta excesiva muestra de masculinidad, decidieron contrapesar la balanza con una presencia femenina, que escucha detalladamente, sentada en la esquina del escenario, y que de forma repentina rompe el silencio para desaprobar su comportamiento desde un punto de vista feminista. Un par de minutos de esta voz bastan para tirar con argumentos todo el discurso que los hombres se han empeñado en mostrar. Si bien sus palabras son contundentes, directas, sin titubeos —aunque ellos intentan intimidarla— me parece que podría ser más visible esta presencia, esta voz que encarna al sector que es sumamente violentado por la fuerza masculina.

El montaje es acompañado gran parte del tiempo por música en vivo estridente, caótica y que enfatiza aún más los momentos de violencia. En cuanto al vestuario de los chicos, usan ropa de cualquier joven citadino: pantalón de mezclilla, playeras, tenis, nada extraordinario… y a esto le suman algunos detalles que pueden reconocerse como propios y exclusivos del uso femenino: medias, flores bordadas, zapatos de tacón y ligueros; un pequeño guiño de que tal vez reconocen “el lado femenino” que hay en ellos, o tal vez sea el ejercicio de ponerse un momento en el lugar de cualquier mujer a través del uso de estas prendas.

El texto que se enuncia es caótico. Como ya mencioné, plantea los sucesos de un tal Testo-porky, pero entrelazados con los de sus cuates, los cuales en conjunto son más una suerte de confesiones de su violencia sexual manifiesta, su parte “animal”, concluyendo que todos en algún momento han sido un Testo-porky: testo-maestros, testo-novios, testo-Godínez, testo-músicos, testo-hombres. ¿Será que por el simple hecho de ser hombres y ser abundantes naturalmente en testosterona, tienen conductas violentas?

La dirección de Diego Cristian Saldaña, aunque tiene altibajos, logra mantener la atención del espectador, además de llevarlo por diversos momentos de tensión, unos cuantos de incomodidad, algunos cómicos, e incluso logra provocar molestia y enojo. A mi parecer, podría potencializarse y ser más contundente la manera en la que se expone este cuestionamiento.

Musth es un montaje que vale la pena presenciar. Que un pequeño grupo de cabrones hable frontalmente de los placeres que tienen por ser hombres, de su necesidad de sentir satisfacción por ser el que la tiene “más larga”, del placer de mirar sin remordimientos las nalgas de las mujeres en la calle, es el espacio de confrontación para que cuestionemos: ¿por qué piensan así? ¿Por qué hacen las cosas de esta manera? ¿Por qué un hombre acosa y viola la integridad de una mujer? ¿Está en su naturaleza hacerlo o es algo que puedan decidir cambiar? ¿Alguien fomenta este comportamiento y acciones? ¿Cuántas veces he sido un Testo-porky?

Musth se presenta del 14 al 30 de noviembre en el Teatro El Milagro, los martes y miércoles a las 20:30 horas y los jueves y viernes a las 18:00 horas.

Ficha técnica

Musth de CroMagnon

Beneficiario de la convocatoria La Vaquita, coproducción de Vaca 35 y Teatro El Milagro

Dirección: Diego Cristian Saldaña

Co-dirección y dramaturgismo: Hebzoariba Hernández

Elenco: Diego Cristian Saldaña, Sahé Orozco, Atza Urieta, Gibrán Andrade, Alejandro Guerrero, Rodrigo del Río, Hebzoariba Hernández.

Duración: 60 minutos

Entrada libre