Hay factores que aumentan el riesgo de tener estreñimiento . Se trata del “sedentarismo, el consumo insuficiente de fibra y líquidos, alteraciones neurológicas y/o psicológicas, padecer otros trastornos digestivos y el consumo de algunos medicamentos”, señala Ana Celada, miembro de la

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Podemos pensar que el estreñimiento es una patología banal, pero tiene una repercusión muy importante en la calidad de vida de quienes lo padecen.

Hablamos de estreñimiento cuando una persona va al baño con escasa frecuencia o cuando defecar implica un esfuerzo excesivo o una sensación de evacuación incompleta . Sin embargo, no todo lo que tomamos por estreñimiento realmente lo es.

“Es un error pensar que hay que hacer una deposición a diario. Hacer de vientre una vez cada tres días entra dentro de lo normal”, aseguran los especialistas de la Sociedad Española de Patología Digestiva .

FRECUENCIA NO HOMOGÉNEA

De hecho, señalan que una de las falsas creencias más extendidas es que hay que evacuar todos los días y, de no hacerlo, no se limpia bien el organismo. “Pero esto no es así”, subrayan.

De igual manera, los expertos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos manifiestan que la función excretora puede variar de unas personas a otras y se considera perfectamente normal la frecuencia que va, desde tres deposiciones diarias, hasta una cada tres días.

En este sentido, Mercedes Ricote, médico especialista en medicina familiar y comunitaria, explica que “por lo general, una función defecatoria saludable sería aquella en la que la persona realiza, al menos, tres evacuaciones por semana, sin dolor ni esfuerzo excesivo y alcanzando una sensación de vaciado completo del recto”.

Según indica la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el estreñimiento es un trastorno que afecta más a las mujeres que a los hombres (en una proporción de dos a uno) y que se incrementa especialmente a partir de los 65 años. También suele ser más habitual durante el embarazo.

Esto ocurre “por los cambio hormonales que prolongan la permanencia de los alimentos en los intestinos para incrementar la absorción de nutrientes; por la ingesta de complementos vitamínicos que contienen hierro y por el crecimiento del útero y del feto que empujan los intestinos y dificultan un tránsito normal de las heces”, señalan desde Johnson & Johnson, la empresa que comercializa microenemas, un fármaco para combatir el estreñimiento.

BENEFICIOS DE LA FIBRA

Independientemente de la edad y del embarazo, hay factores que incrementan el riesgo de tener estreñimiento. Se trata del “sedentarismo, el consumo insuficiente de fibra y líquidos, alteraciones neurológicas y/o psicológicas, padecer otros trastornos digestivos (por ejemplo, el síndrome del colon irritable) y el consumo de algunos medicamentos, entre ellos tranquilizantes y sedantes”, señala Ana Celada, miembro de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC).

Además de estas, los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido incluyen entre las causas más comunes de estreñimiento: “cambiar la dieta o la rutina diaria, sufrir estrés, ansiedad o depresión e ignorar de manera recurrente la urgencia de ir al baño”.

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos apuntan que las causas del estreñimiento son muy variadas.

“La dieta inapropiada escasa en fibras y líquidos, la vida sedentaria o la falta de hábito a la hora de defecar suelen provocar el estreñimiento. Además se produce también por otra serie de anormalidades y lesiones de nuestro organismo”, añaden.

“Todas las causas descritas influyen en el tránsito de la materia fecal por el intestino grueso, que se hace muy lento, por lo que la mucosa del colon dispone de mucho tiempo para reabsorber agua. Las heces se tornan más secas y duras, lo que dificulta su evacuación rectal. Debido a ello, la frecuencia de las deposiciones disminuye y las heces se acumulan, más duras y secas, en el intestino grueso”, describen.

Tanto para combatir como para prevenir el estreñimiento, los expertos recomiendan varias medidas relacionadas con nuestros hábitos de vida. La primera de ellas tiene que ver con la dieta y consiste en aumentar paulatinamente el consumo de fibra.

Así, Ata Pouramini, director de la clínica Quiropractic Valencia, recomienda introducir algún alimento con fibra en cada comida. “Por ejemplo, piña en el desayuno, ensalada verde en la comida y una ciruela de postre en la cena”, propone.

Los expertos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos también apuestan por modificar la dieta en el sentido de ingerir mayor cantidad de líquidos y alimentos con más fibra.

“Es importante tener en cuenta que la fibra retiene agua, por lo que las heces tienden a ser más blandas y voluminosas. Este incremento del volumen da lugar al aumento del estímulo reflejo, lo que provoca que las heces atraviesen el intestino grueso más rápidamente”, precisan.

TAMBIÉN AYUDA EL EJERCICIO

Otra de sus recomendaciones es hacer ejercicio físico suave. De igual modo, los especialistas del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido señalan que caminar o correr a diario puede ayudar a ir al baño con más regularidad.

Si estas recomendaciones no fueran suficientes, podría ser necesario recurrir a un laxante. No obstante, desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos destacan que, antes de pedir un laxante en la farmacia hay que informar al farmacéutico de las circunstancias específicas de cada caso.

“Es posible que el farmacéutico le remita a su médico para un adecuado diagnóstico”, indican.

Asimismo, recalcan que el tratamiento con laxante no debe superar una semana y si no se alcanza alivio tras ese periodo, hay que suspenderlo y acudir al médico.

“También debe ir a la consulta médica en el caso de que aprecie un cambio en sus hábitos intestinales durante un periodo prolongado”, advierten.

Si el estreñimiento “aparece de forma brusca y se prolonga durante unas semanas, acuda a su médico”, recomiendan también los expertos de la Sociedad Española de Patología Digestiva.

Además, explican que el estreñimiento crónico, es decir, el que se tiene desde hace años, no suele tener consecuencias graves para la salud. De igual modo, aclaran que las personas estreñidas no tienen un mayor riesgo de sufrir cáncer .

jpe

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