¿Podremos curar el cáncer alguna vez? ¿Cómo podemos ayudar a las personas que necesitan urgentemente una donación de órganos? ¿Cuándo podremos combatir eficazmente enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson ? Estos son algunos de los principales cuestionamientos a los que se enfrentará la medicina en el futuro. En los laboratorios, los investigadores utilizan tecnologías de punta para descifrar los mecanismos biológicos que subyacen a las enfermedades graves y desarrollar nuevas terapias para aliviar o erradicar por completo enfermedades que actualmente se consideran incurables.

Investigaciones recientes han generado resultados impresionantes, por ejemplo, en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer. "Con las llamadas terapias CAR-T, ahora es posible tratar a los pacientes con cáncer con sus propias células inmunitarias", afirma la Dra. Marianne De Backer, directora de Estrategia, Desarrollo de Negocio y Licencias de Bayer Pharmaceuticals , y bióloga molecular de formación. "Esto se realiza tomando ciertas células del cuerpo del paciente, que se modifican y luego se reinyectan para el tratamiento". De este modo, el paciente recibe un medicamento adaptado a sus necesidades individuales.

De Backer ve también un gran potencial de desarrollo en la terapia genética: "Hace tiempo que sabemos que ciertas enfermedades están causadas por mutaciones genéticas. Sin embargo, la novedad es que hoy en día podemos secuenciar nuestro genoma por tan solo 150 euros para predecir el riesgo de desarrollar una determinada enfermedad. En un futuro próximo, probablemente podremos predecir el cáncer con hasta 10 años de antelación utilizando muestras de sangre".

La digitalización como factor de avance de la medicina

El Prof. Dr. Erwin Boettinger es Profesor de Salud Digital –Medicina Personalizada en el Instituto Hasso Plattner y en la Universidad de Potsdam, Alemania, y Codirector del Instituto Hasso Plattner de Salud Digital en el Hospital Monte Sinai de Nueva York. Para él, la clave del progreso de la medicina está en la digitalización, especialmente en el desarrollo de la inteligencia artificial: "En la radiología o la patología, por ejemplo, ya conseguimos ver que los algoritmos pueden detectar señales de cáncer de forma confiable. Estos sistemas ya han recibido aprobación para algunos casos".

Marianne De Backer resume claramente la importancia de la digitalización para el progreso médico: "Si tenemos un problema con nuestro coche, se enciende una luz de aviso en el tablero. Entonces, lo resolvemos por cuenta propia o consultamos a un especialista, como un mecánico de automóviles. En el futuro, podríamos prever un escenario similar en el ámbito de la salud humana. Ya hoy, el Apple Watch nos advierte de ciertos riesgos cardiológicos. Tal vez nuestro espejo del baño detecte señales de cáncer de piel algún día".

Lo que parece ciencia ficción tiene en realidad el potencial de revolucionar la salud. "Estoy pensando, por ejemplo, en herramientas inteligentes que los pacientes puedan usar para controlar su propia salud y recolectar datos" dice Adib Jacob, presidente de la División Farmacéutica de Bayer en América Latina y Brasil. "Al incorporar estos datos a la práctica médica, podemos acortar considerablemente el proceso de elaboración de la historia clínica de un paciente para hacer un diagnóstico". Con el avance de la nanotecnología, es incluso concebible que, en el futuro, se coloquen nanosensores en el cuerpo para registrar y transmitir señales vitales importantes.

Pero la investigación por sí sola no resolverá los retos médicos del futuro. Los agentes sanitarios deben estar dispuestos a colaborar y compartir datos entre ellos. "Vivimos en una era de revolución biológica y digital, caracterizada por un alto índice de innovación, pero también por una creciente complejidad", dice De Backer. "Ninguna empresa puede, por sí sola, aprovechar las oportunidades que se presentan. Precisamos trabajar juntos. La colaboración es la clave del éxito."

La actual pandemia de Coronavirus nos ha mostrado la importancia de trabajar juntos: la colaboración mundial y el manejo abierto de los datos de la investigación ayudaron a identificar candidatos a vacunas prometedores en un tiempo récord. "Raras han sido las veces en que la industria y el gobierno han unido sus fuerzas para sacar rápidamente al mercado medicamentos que se necesitan en todo el mundo", enfatiza Backer.

Más colaboración en la investigación

En Bayer, existen varios modelos para fomentar la colaboración en las investigaciones. Con "Leaps by Bayer", por ejemplo, la unidad de inversión de impacto de Bayer, la empresa está invirtiendo en soluciones para algunos de los mayores desafíos actuales en los campos de la salud y la agricultura. Las pequeñas startups de biotecnología y salud digital se eligen deliberadamente como aliadas porque suelen ser investigadores fuertes e innovadores en sus campos.

Sin embargo, suelen carecer de medios para realizar pruebas complejas, gestionar los procedimientos de aprobación y distribuir un medicamento a escala mundial. Y es allí donde entran aliados fuertes como Bayer . "En última instancia, ambas partes -pero especialmente los pacientes- se benefician de las asociaciones entre las grandes farmacéuticas y las pequeñas empresas de biotecnología y las startups de salud digital", dice De Backer. Un ejemplo de ello será la llegada a México de OneDrop, una plataforma digital de autocuidado predictiva, preventiva y personalizada que apoyará a las personas en el tratamiento de la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto.

Para De Backer, no hay duda de que en el futuro la digitalización tendrá un impacto aún mayor en el trabajo de las empresas farmacéuticas como Bayer: "La tecnología digital se utiliza cada vez más en la industria farmacéutica y en todas las etapas de nuestra cadena de valor. Al mismo tiempo, cada vez más empresas de tecnología penetran en los sectores sanitario y farmacéutico, rompiendo barreras. Este desarrollo beneficiará a los pacientes".

Adib Jacob cita el ejemplo de las telecomunicaciones: "Durante 100 años, la red fija fue la norma de oro, pero entonces surgieron profundos cambios asociados a la comunicación de banda ancha, que plantearon retos al sector. Actualmente estamos presenciando una línea divisoria similar en la industria farmacéutica: la investigación farmacológica tradicional se ve cada vez más reforzada por los enfoques de investigación impulsados por la tecnología digital. Se trata de nuevos retos, pero no me cabe duda de que las empresas están bien preparadas para ello."

Los resultados de investigaciones innovadoras, la colaboración global y la creciente digitalización constituyen la base de la medicina del futuro. El trabajo sobre esta base ya ha comenzado y ha producido resultados impresionantes. "Soy bióloga molecular y biotecnóloga desde hace casi 30 años", concluye Marianne De Backer. "He sido testigo en primera mano de muchos avances de la medicina moderna. Sin embargo, nunca soñé que en 2020 habríamos llegado tan lejos como lo hemos hecho".

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