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Un escándalo más explotó en el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) luego de que EL UNIVERSAL informara que uno de sus directores adjuntos, Gustavo Adolfo Arellano, percibía 149 mil pesos netos al mes, salario que no tiene ni el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En redes sociales, diversos sectores de la comunidad científica expresaron su enojo ante el nombramiento de Adolfo Arellano, además cuestionaron la transparencia dentro de Conacyt porque lo nombró director general adjunto, pero, de acuerdo con la declaración que registró ante la Función Pública, no tuvo asignado ningún departamento.

Gustavo Adolfo Arellano comenzó a laborar como director adjunto el 1 de diciembre de 2018, justo cuando la hoy directora general de Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, tomó posesión.

Mientras estuvo contratado como director adjunto también cobró 360 mil pesos netos anuales como analista en el Fondo de Información y Documentación para la Industria que pertenece a la red de Centros Públicos de Investigación del Conacyt. Su renuncia como director adjunto se dio el 13 de febrero pasado, días después de que EL UNIVERSAL revelará el caso de David Alexir Ledesma, el exsubdirector de Comunicación e Información Estratégica que fue contratado a pesar de no cumplir con el perfil técnico del cargo.

“Y María Elena Álvarez-Buylla sigue firme en su puesto. No tienen pudor”, escribió en su cuenta de Twitter Alma Maldonado, investigadora del Cinvestav.

El pasado noviembre entró en vigor la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos que dicta que ningún servidor podrá tener remuneraciones o retribuciones mayores a las dispuestas para el Presidente de la República. Andrés Manuel López Obrador gana 108 mil pesos netos mensuales.

De acuerdo con esta Ley, los funcionarios que perciban más a lo tabulado serán acreedores a una sanción. A las remuneraciones ilícitas que superen los 88 mil pero no excedan los 265 mil pesos, se impondrán de tres a cinco años de prisión y multa de 300 a mil veces el salario.

Otro de los sucesos que molestó a la comunidad académica y que se debatió en las redes sociales fue el evento “Ciencia México: los ejes del nuevo Conacyt en el marco del PND 2019-2024”, que organizó la directora Álvarez-Buylla el pasado miércoles, a pesar de que ese mismo día se celebraba el “Conversatorio para el análisis del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación” en la Cámara de Diputados, al cual acudió gran parte de la comunidad científica.

A diferencia del conversatorio que se dio en Cámara de Diputados, el evento de Conacyt fue a puerta cerrada y se excluyó a los investigadores, así como a los medios. En “Ciencia México: los ejes del nuevo Conacyt” participó la senadora de Morena Ana Lilia Rivera, quien presentó la iniciativa para reformar la ley de ciencia, un documento legislativo que según los especialistas amenaza la libertad de investigación y busca centralizar la toma de decisiones de la política científica en un sólo organismo, el nuevo Conahcyt.

“Así nos escucha @ElenaBuylla en el @Conacyt: organiza foro privado y ‘alterno’ que elaborará su propuesta para el PND mientras su comunidad científica está en el conversatorio. Ni nos ve ni nos oye”, escribió el investigador Edgardo Sepúlveda, del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada.

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