La vida en la Tierra no sería posible sin la Luna : mantiene estable el eje de rotación del planeta, que controla las estaciones y regula nuestro clima. Sin embargo, ha habido un debate considerable sobre cómo se formó y la hipótesis popular sostiene que fue por la colisión de un cuerpo del tamaño de Marte con la corteza superior de la Tierra, que es pobre en metales.

Pero una nueva investigación sugiere que el subsuelo del satélite natural es más rico en metales de lo que se pensaba anteriormente, proporcionando nuevas ideas que podrían desafiar la comprensión que tienen los científicos de ese proceso.

Un estudio publicado en Earth and Planetary Science Letters arroja nueva luz sobre la composición del polvo que se encuentra en el fondo de los cráteres de la Luna.

Dirigido por Essam Heggy , científico investigador de ingeniería eléctrica e informática en la Escuela de Ingeniería Viterbi de la USC, y co-investigador del instrumento Mini-RF a bordo del orbitador LRO de la NASA, los miembros del equipo del instrumento Mini-RF de la misión LRO utilizó un radar para obtener imágenes y caracterizar este fino polvo.

Los investigadores concluyeron que el subsuelo de la Luna puede ser más rico en metales (es decir, óxidos de Hierro y Titanio) de lo que los científicos creían.

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Según los investigadores, el polvo fino se trata de materiales expulsados desde debajo de la superficie lunar durante los impactos de meteoritos . Al comparar el contenido de metal en el fondo de los cráteres más grandes y más profundos con el de los más pequeños y menos profundos, el equipo encontró mayores concentraciones de metal en los cráteres más profundos.

A evaluación, hipótesis sobre el origen de la Luna

La hipótesis tradicional es que hace unos 4 mil 500 millones de años hubo una colisión entre la Tierra y un proto-planeta del tamaño de Marte (llamado Theia).

Un aspecto desconcertante de esta teoría de la formación de la Luna ha sido que el astro tiene una mayor concentración de óxidos de hierro que la Tierra. Esta investigación en particular proporciona información sobre una sección de la luna que no se ha estudiado con frecuencia y postula que puede existir una concentración aún mayor de metal más profundo debajo de la superficie.

Es posible, según los investigadores, que la discrepancia entre la cantidad de hierro en la corteza terrestre y la Luna podría ser aún mayor de lo que pensaban los científicos, lo que cuestiona la comprensión actual de cómo se formó la Luna.

El hecho de que la Luna pueda ser más rica en metales que la Tierra desafía la noción de que fueron partes del manto y la corteza de la Tierra las que se lanzaron a la órbita. Una mayor concentración de depósitos metálicos puede significar que se deben explorar otras hipótesis sobre la formación de la Luna.

Así, es posible que la colisión con Theia haya sido más devastadora para la Tierra primitiva , con secciones mucho más profundas lanzadas a la órbita, o que la colisión podría haber ocurrido cuando la Tierra aún era joven y estaba cubierta por un océano de magma. Alternativamente, más metal podría insinuar un enfriamiento complicado de una superficie lunar fundida temprana, como sugieren varios científicos.

"Al mejorar nuestra comprensión de cuánto metal tiene realmente el subsuelo de la Luna, los científicos pueden limitar las ambigüedades sobre cómo se ha formado, cómo está evolucionando y cómo está contribuyendo a mantener la habitabilidad en la Tierra", afirma Heggy.

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Y añade: " Nuestro Sistema Solar tiene solo más de 200 lunas ; comprender el papel crucial que desempeñan estas lunas en la formación y evolución de los planetas que orbitan puede darnos información más profunda sobre cómo y dónde podrían formarse las condiciones de vida fuera de la Tierra y lo que podría parecer".

Por su parte, Wes Patterson, del Grupo de Exploración Planetaria (SRE), Sector de Exploración Espacial (SES) en el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, investigador principal del proyecto para Mini-RF y coautor del estudio, asegura que la misión LRO y su generador de imágenes de radar Mini-RF continúan "sorprendiendo" a los científicos con nuevos conocimientos sobre los orígenes y la complejidad del "vecino más cercano" de la Tierra.

Tras este estudio, el equipo planea continuar realizando observaciones de radar adicionales de más pisos de cráter con el experimento Mini-RF para verificar los hallazgos iniciales de la investigación publicada.

nrv

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