Dentro de los temas ambientales más importantes en la actualidad están los relacionados con el manejo y disposición de residuos sólidos , no sólo por los impactos negativos que éstos ocasionan, sino porque de ellos, también se obtienen algunos beneficios como el desarrollo de nuevas cadenas productivas, la generación de empleos y el aprovechamiento de recursos y energía .

“El problema de los residuos sólidos no radica en su disposición final, sino en lo que implica su generación, es decir, antes de pensar en y, a dónde los vamos a depositar o confinar, tenemos que averiguar dónde es que se producen y en qué cantidad, de esta forma podríamos reducir su generación y, con ello, evitar el resto de procesos asociados a su recolección, almacenamiento temporal, transporte, tratamiento y disposición final.

“Suena lógico pensar que mientras menos residuos se produzcan, menos recursos se tendrán que invertir para todo su manejo, en otras palabras, ‘el mejor residuo es el que no se produce’”, señala el ingeniero Pablo Javier Monterrubio López, director general del Centro de Capacitación Ambiental Proyecto Tierra .

¿Cuánto generamos?

El especialista comenta que “en un estudio realizado por la agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ), en el 2003, refiere que la generación de residuos en el Distrito Federal y Zona Metropolitana, varía entre los 1.2 y 1.3 kilogramos por persona, al día, de los cuales, prácticamente el 50% corresponde a residuos orgánicos , mientras que la otra mitad son residuos inorgánicos. Es decir, que cada uno de nosotros somos responsables por la generación de poco más de un kilo de residuos al día, pero al no vernos involucrados en su manejo, tratamiento o disposición final, lo olvidamos y creemos que con entregarlo al camión recolector o dejarlo en el contenedor el problema se resuelve”.

“Sin embargo, toda actividad humana requiere de insumos y por lo tanto, habrá alguna producción de los mismos o sobrantes. Hay que aclarar que al hablar de residuos nos referimos a todo aquello que sobra o ya no será requerido para la elaboración de un producto o servicio como: empaques, embalajes, envolturas y mermas, por mencionar algunos”.

¿Cuál es cuál?

Para Monterrubio López es importante que cada persona sepa la diferencia entre “basura” y “residuo”.

“La primera, es la mezcla de diferentes residuos, lo cual la imposibilita para su uso posterior, por ello, resulta de gran importancia no mezclar los residuos a fin de poder garantizar su reuso o reciclaje.

“El residuo, es el empaque o la envoltura de muchos productos, que en muchos casos, cuesta más que el propio artículo, por ejemplo, una botella o lata de refresco puede representar más de 90% del precio y convertirse en residuo en cuanto se termina la bebida. De aquí la importancia de saber comprar y elegir los productos, no únicamente por su precio, sino también, hay que considerar las cadenas productivas involucradas, saber si se produce en mercados locales o extranjeros, qué materiales usa para su empaque, cómo es su transportación, si la empresa cuenta con prácticas de comercio justo, etc.”, aclara el director general del Centro de Capacitación Ambiental Proyecto Tierra .

Todo sirve

Para el especialista en medio ambiente , la importancia de la separación y el reciclaje radica en que para fabricar cualquier producto o servicio se utilizan recursos naturales y energía, por ello, si se aprovechan los residuos, se ayuda a que esos recursos, tanto materiales como económicos, así como la energía que se utilizó para su producción, se aprovechen nuevamente, evitando que lleguen a sitios de disposición final o basureros, donde además de ocupar un volumen considerable, pueden permanecer por mucho tiempo contaminando el entorno, suelo, aire, agua, ríos, mares o dañando la fauna local al ser ingeridos por ésta.

A tomar en cuenta

La producción de residuos sólidos está directamente relacionada con el modo de producción y los hábitos de consumo , por lo que nuestras acciones son básicas para solucionar este problema. Aquí te damos algunas recomendaciones prácticas:

*Reducir al máximo o eliminar el uso de productos de unicel (vasos, recipientes, inclusive los pelets que se usan para paquetería).

*Lo mejor es usar vasos y contenedores de cartón, cerámica, plástico o vidrio, estos pueden reciclarse y/o reusarse.

*Evitar lo más posible, l os desechables o elegir los biodegradables o composteables: En el mercado existen desechables de cartón y bioplásticos, fabricados a partir de polímeros de maíz.

*Apoyar los programas de separación de residuos es muy sencillo, basta un poco de voluntad, contenedores o botes suficientes y saber identificar los tipos de residuos a separar (vidrio, metal, papel y cartón, plástico, orgánicos y varios).

*Practica algún programa de separación. Verás que es posible vender los residuos limpios y separados, recuperando así un porcentaje de lo que se ha invertido en su compra.

jpe

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