Si la casta de trabajadores petroleros se caracterizó en la pasada administración por los beneficios que recibió a través de prestaciones, además de jugosos salarios, los empleados electricistas no se quedaron atrás y en los primeros 10 meses del gobierno de la Cuarta Transformación mantuvieron ese estatus, pese a la política de austeridad que aplica la administración de Andrés Manuel López Obrador.

En los seis años de gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto —considerando de enero a octubre de cada año para efectos comparativos con 2019—, los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad () absorbieron 155 mil 374.4 millones de pesos —un promedio anual de 25 mil 895.7 millones de pesos— sólo en prestaciones.

Los beneficios que reciben son prima vacacional y dominical, gratificación de fin de año, remuneraciones por horas extraordinarias, cuotas para el fondo de ahorro del personal civil, prestaciones fijadas en el contrato colectivo y compensaciones garantizadas, entre otras.

Es decir, cada electricista, sindicalizado, de confianza y jubilado, obtuvo en promedio entre enero y octubre de cada año 184 mil 508 mil pesos por esas prestaciones, unos 18 mil 450.8 pesos mensuales.

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De hecho, y gracias a las negociaciones contractuales con el gobierno, lograron mantener ese nivel de beneficios económicos.

En los primeros 10 meses de 2019 absorbieron 29 mil 459.7 millones de pesos del presupuesto de la CFE en prestaciones laborales, lo que significa que cada trabajador recibió 209 mil 900 pesos por estos conceptos, 20 mil 990 pesos mensuales, de acuerdo con información entregada por la empresa vía la Plataforma Nacional de Transparencia.

Del total, la CFE cubrió 2 mil 437.6 millones para primas vacacional y dominical; 891.9 millones para gratificación de fin de año; mil 247.4 millones para horas extras; 3 mil 457.4 millones para cuota para fondo de ahorro del personal civil; 19 mil 452 millones por prestaciones establecidas contractualmente; 41.6 millones para compensación garantizada de los trabajadores, y mil 931.3 millones para otras prestaciones.

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El pago mensual promedio vigente que recibieron los trabajadores electricistas entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año por prestaciones (20 mil 990 pesos) es equivalente a 170.3 días del nuevo salario mínimo que entrará en vigor el 1 de enero de 2020 —123.22 pesos.

Los estados financieros que hacen referencia a las prestaciones laborales entre 2013 y 2019 muestran que, gracias a las negociaciones contractuales entre empresa y sindicato (el Sindicato Único de Trabajadores Electricista de la República Mexicana —SUTERM—), el costo de las prestaciones se elevó 30.5% en los últimos siete años —periodo enero-octubre anual—, incluidos los primeros 10 meses del gobierno.

Se come presupuesto

Así, el peso de la nómina y el gasto de la CFE para pagar prestaciones y salarios de jubilados es significativo.

En 2013, el costo de servicios personales, así como el gasto de jubilados, representó para las finanzas de la empresa 27.3% de su gasto
corriente. Para 2020, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, esos costos van a representar 28.7%.

El próximo año, la CFE tiene autorizado ejercer una partida de 361 mil 585.8 millones de pesos de gasto corriente, de los cuales, 60 mil 406.2 millones es su nómina.

Otros 43 mil 726.9 millones están etiquetados para los casi 50 mil trabajadores electricistas jubilados.

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