Las señales, sin ser definitivas, son preocupantes, nos hacen ver. Los mercados accionarios reportan caídas históricas, las tasas de los bonos de economías avanzadas están en mínimos nunca vistos, y divisas emergentes como el peso mexicano enfrentan fuertes presiones. El anuncio del nuevo programa de Arabia Saudita para incrementar su producción llevó a los precios del petróleo a caer 30%. Esto se une a las preocupaciones por la expansión del coronavirus, que amenaza con ser el catalizador de la siguiente crisis global. Se desconoce el impacto final que tendrá la guerra de precios del petróleo en una economía mundial ya vulnerable y que lucha contra la propagación del brote viral. Sin embargo, aumentó dramáticamente el riesgo de una recesión mundial severa, aunque breve, y organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), de Kristalina Georgieva, se dicen profundamente preocupados.

¿Reacción tardía en México?

La posibilidad de una recesión global, desplome de los precios del crudo mexicano y del peso frente al dólar ponen a prueba la capacidad de las autoridades para conducir la economía del país. La Comisión de Cambios, formada por el Banxico y Hacienda, amplió el tamaño del programa de coberturas cambiarias de 20 mil a 30 mil millones de dólares. La medida debiera contribuir a lograr un comportamiento más ordenado de los mercados, evitando choques de volatilidad para el peso, como ha sucedido en periodos similares. Sin embargo, queda para el análisis si la decisión no llegó demasiado tarde, casi al cierre de la jornada. Por el lado monetario, los niveles actuales de la tasa de referencia y de la inflación dan espacio para que la Junta de Gobierno de Banxico, encabezada por Alejandro Díaz de León, disminuya la tasa de referencia. Pero el riesgo de no tomar las medidas adecuadas y de que se profundice el estancamiento es muy alto, nos cuentan.

Escenario turbio para Pemex

Nos cuentan que más allá de la coyuntura por el paro de mujeres, la combinación del coronavirus y el desplome de los precios del petróleo, se empiezan a mover las previsiones macroeconómicas del país. Así, casi todas las instituciones financieras y calificadoras harán ajustes severos a su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana en 2020, nos dicen, y si no se libran las sacudidas de los mercados globales, este año también puede ser negro en materia económica. Autoridades como la Secretaría de Hacienda, de Arturo Herrera, y el Banco de México, de Alejandro Díaz de León, llegarán con el tema calientito este jueves a la Convención Bancaria de Acapulco, donde uno de los temas a discutir es el futuro de Pemex, ya que la actual coyuntura no favorece en nada su plan de rescate y nubla sus perspectivas de recuperación. Y habrá que ver qué tan negativo se pone el panorama para los bancos, que en los últimos meses han estado más que optimistas sobre el futuro de la economía mexicana, nos comentan.

Bancos: más corresponsales

Hablando de bancos, nos cuentan que las instituciones representadas por Luis Niño de Rivera presentarán esta semana en la edición 83 de la Convención Bancaria un nuevo plan de corresponsales para llegar a municipios del país que aún no tienen sucursales. Nos adelantan que se trata de uno de los anuncios principales en el evento más importante del sector financiero, y se hará frente al presidente Andrés Manuel López Obrador. Así, AMLO acudirá por segunda vez como titular del Ejecutivo ante a las instituciones financieras más importantes del país. Habrá que ver qué tan ambicioso es el plan de los banqueros para llegar a las zonas más marginadas, ya que no se han movido de su estrategia de crecer con corresponsales y descartan la construcción de nuevas sucursales, a que se debe sumar la falta de infraestructura en telecomunicaciones que persiste en gran parte del territorio nacional.

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