SAT: piedritas en el hígado

En tono triunfalista y por adelantado, nos dicen que el gobierno cacareó las primeras cifras preliminares de cobro de impuestos en tiempos del Covid-19. Como nunca antes, se difundió la información a siete días de que terminara el primer trimestre. Se presumió que en marzo, mes de la declaración anual para empresas, se tuvo el mejor monto del año. Nos cuentan que las buenas cifras se lograron sin lanzar una fuerte campaña, pues se usa la del año pasado: “Pon tu granito de arena”. Vaya que viene al caso, pues para algunos el granito de arena puede formar piedras en el hígado del coraje de contribuyentes ante la negativa del SAT, de Raquel Buenrostro, a prorrogar el pago de impuestos.

Ojo con despidos injustificados

Nos cuentan que en todas partes se cuecen habas, pues al parecer los despidos injustificados como efecto del paro de actividades no esenciales se dan también en el sector público. Nos dicen que circuló un machote de carta que obligan a firmar a empleados del gobierno, que implica su renuncia “voluntaria”. El escrito señala que se presenta la renuncia irrevocable al puesto y que no se ejercerá ninguna acción legal en contra, porque durante el tiempo laborado se cubrieron de manera íntegra y oportuna todas las prestaciones de ley. Nos dicen que en esos casos ni el sindicato de burócratas, que tiene como líder a Joel Ayala, puede involucrarse, y muchos están aceptando, ya que más vale pájaro en mano que cien volando.

Estrategia automotriz en línea

Ante la caída en ventas que se vislumbra para abril, los miembros de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMIA), de Guillermo Prieto Treviño, ofrecen servicios de atención al cliente de manera remota. Hay agencias que envían personal a domicilio y llevan el vehículo a mantenimiento, otras recurren a la venta en línea. Hay 7 mil autos en inventario, los cuales se tratarán de colocar vía digital. Cada agencia emplea entre 20 y 30 vendedores en piso, los cuales probablemente se verán reducidos si la demanda no repunta, nos dicen.