Más Información
La pandemia de coronavirus está sacudiendo con fuerza al país presidido por Jair Bolsonaro. Mientras el presidente se niega a tomar medidas restrictivas, los casos de enfermos aumentan, de hecho se estima que en menos de un mes Brasil se convertirá en el foco mundial de la pandemia. Pero el coronavirus no solo sacudirá la salud de los brasileños, también su economía.
La crisis supondrá un parón en seco de la mayor economía de América Latina, que lleva creciendo ininterrumpidamente desde 2017. Las perspectivas de futuro del país son poco halagüeñas, las estimaciones más negativas apuntan a que su producto interno bruto (PIB) se contraerá más de 5% este año.
Mayor caída se espera en las exportaciones. Desde la aseguradora Crédito y Caución prevén que estas caigan 6% debido a la menor demanda de China, Estados Unidos y Argentina. No obstante, la mayor esperanza para el país son las exportaciones de soya, pues Brasil es el principal productor mundial de este alimento ya que con el cambio en las tendencias de consumo, su demanda se ha ido incrementando en los últimos años, y por el momento se espera que sus exportaciones sigan en máximos históricos.
Desde la entidad destacan que uno de los indicadores que más asusta del país latinoamericano es el aumento considerable del riesgo por impago: las estimaciones apuntan a que la cantidad de empresas insolventes crecerá por encima de 20% en 2020. Las empresas más afectadas serán las que tengan mayor dependencia del exterior en cuanto a importaciones se refiere. Además, la depreciación del real brasileño aumentará las preocupaciones de estas empresas. Entre las emergentes, la moneda brasileña es una de las divisas más golpeadas por la crisis del Covid-19; se deprecia más de 32% respecto al billete verde en lo que llevamos de año.
El freno económico, la caída del consumo privado (por encima de 8%) y la insolvencia creciente de las empresas llevaran la tasa de desempleo a niveles superiores a 13%, según Crédito y Caución.
La pandemia se cebará con el sector automotriz, los bienes duraderos, la construcción y los servicios de ocio y turismo entre otros. La industria del petróleo y el gas, que ya se encontraba en una posición difícil antes de la pandemia, sufrirá más a consecuencia de los bajos precios del oro negro, y lastrará por consiguiente al sector de la metalurgia y el acero. Por el contrario, la mejor parte de la crisis la protagonizará el sector de la alimentación y los servicios y finanzas, según apunta la entidad.
DEUDA PÚBLICA, 90% DEL PIB
Las arcas del estado sufrirán los efectos de la pandemia, los planes llevados a cabo por el gobierno para contrarrestar la crisis económica harán que el déficit se sitúe por encima de 10% del PIB y la deuda pública escalará por encima de 90% del PIB.
Sin embargo, la gran parte de la deuda, entre 80% y 90%, se financia en moneda nacional, lo que reduce el riesgo de impago de la deuda soberana pese a la depreciación del real. Por ello pese al entorno desfavorable, desde Crédito y Caución esperan que Brasil mantenga una situación financiera externa sólida.
Noticias según tus intereses
[Publicidad]
[Publicidad]