La pandemia del Covid-19 ha provocado que los niveles de adopción de tecnología alcanzaran en seis meses los niveles de digitalización que se pronosticaban para los próximos cinco años.

De esta manera, las operaciones de comercio electrónico y el uso de plataformas fintech han crecido sustancialmente. En otras entregas hemos comentado el impacto para las empresas y hoy tocaremos el tema de la educación.

Desde el inicio de las medidas de distancia física en marzo pasado todos los niveles del Sistema Educativo Nacional suspendieron clases presenciales y adoptaron la modalidad de clases en línea para dar continuidad a los periodos escolares.

Las herramientas tecnológicas variaron de acuerdo con la disponibilidad de dispositivos en las familias, la cobertura de los servicios de telecomunicación y las características de los programas informáticos que van desde los robustos y sofisticados hasta incluso el intercambio de mensajes por WhatsApp.

Un grupo de profesores de la Universidad Anáhuac México culminamos un proyecto de investigación para entender los factores que influyen en los estudiantes universitarios para utilizar herramientas digitales –programas de video conferencia, repositorios de información y plataformas para aplicación de exámenes– para continuar sus actividades académicas en el entorno de cuarentena.

Para lograrlo, diseñamos un modelo que incluye percepciones generales sobre el uso de tecnologías, principalmente el optimismo y la rapidez con la que los estudiantes adoptan diferentes tecnologías; también recogimos percepciones sobre la incapacidad personal y malestar al operar tecnologías.

Otros factores que analizamos se refieren a la opinión sobre las características específicas sobre las herramientas digitales que las instituciones habían elegido para dar continuidad a las actividades académicas.

Es decir, el nivel de facilidad de manejar los programas y plataformas, la utilidad percibida por los estudiantes en cuanto a si las plataformas les ayudaban a cumplir satisfactoriamente con sus objetivos académicos y también a la influencia social, esto es, si un alumno percibe que sus amigos utilizan una determinada herramienta, ellos también se sentirían dispuestos a utilizar la misma herramienta.

Finalmente, también incluimos variables sobre el nivel en el que el estudiante se involucraba proactivamente con sus clases, tareas y relación con otros compañeros de clase, que se conoce como involucramiento académico.

Recolectamos información de una muestra de estudiantes universitarios mexicanos.

Al analizar la información de las muestras de tres países, nos dimos cuenta que las influencias determinantes por las que los estudiantes se inclinan a seguir utilizando las plataformas y programas para continuar su aprendizaje en línea, tiene que ver con factores personales más que con el desempeño de herramientas digitales.

Los estudiantes se mostraron en general optimistas sobre el uso de las tecnologías para el aprendizaje y también sobre la rapidez de su adopción. También mostraron –pero en mucho menor medida– sensaciones de incomodidad y todavía en mucho menor grado, sentimientos sobre incapacidad al usar nuevas tecnologías.

En cuanto a las características propias de las herramientas digitales fue interesante identificar un patrón de comportamiento en el que sólo es importante el hecho de que las herramientas digitales les resulten útiles a los estudiantes para realizar sus actividades académicas y en menor medida, les resultó importante que las herramientas les provean con un soporte técnico adecuado.

Contrario a lo que esperábamos, ni el esfuerzo dedicado a aprender a utilizar las herramientas, ni la influencia social es importante para que los estudiantes decidan seguir utilizando, o no, una herramienta específica.

Finalmente, fue importante identificar que los estudiantes académicamente más involucrados con sus actividades escolares previas a las medidas de distancia social tienden a utilizar en mayor medida las herramientas digitales en comparación con los estudiantes que no se involucran tanto con sus actividades. En este sentido las clases en línea guardan similitud con las clases presenciales, donde también hay alumnos más dedicados que otros. Esta investigación nos dejó ver que la mayor influencia en seguir utilizando herramientas de videoconferencia como Zoom, Google Meet, Blue Jeans para atender las clases en línea y plataformas como Google Classroom, Blackboard y WhatsApp para mantener la comunicación e intercambiar material de clase se debe a la percepción de la tecnología en general más a las funcionalidades específicas que ofrecen las plataformas.

En conclusión, la tecnología, aunque importante, sigue siendo sólo un medio y la solución no va a venir de la siguiente gran aplicación a cargar en el teléfono celular, sino que, al igual que en la clase presencial, se refiere a factores humanos. En suma, no es la tecnología sino la orientación al aprendizaje del alumno lo que tenemos que cuidar y enriquecer.

Profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Anáhuac México
Email: pavel.reyes@anahuac.mx

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