En medio de la pandemia de Covid-19, la urgencia por vender bienes raíces se tradujo en un oportunismo por parte de quienes compraron propiedades con precios por debajo del promedio del mercado, expuso el country manager de Mudafy México, Edgar Erives.

Este fenómeno se presentó al cierre de 2020, y en la mayoría de los casos se pagó por un inmueble entre 3% y 15% menos de lo que debería ser su precio, dijo el directivo, aunque hubo casos en los cuales los compradores ofrecían pagar hasta 20% menos.

“Más que canibalismo [en el mercado] hubo oportunismo, mucho oportunismo”, dijo el representante de la plataforma inmobiliaria.

“Por un lado estaban los inversionistas que ven en los ladrillos la mejor inversión, mientras que los vendedores necesitaban dinero, porque algunos tenían deudas por pagar en los hospitales donde atendieron a sus familiares”, expuso Erives.

En otras palabras, hubo urgencia por vender y muchas personas salieron a negociar propiedades ofreciendo de 10% a 20% menos que su valor de mercado.

En general, las negociaciones de inversionistas se pactaron con un descuento de entre 10% y 15%, mientras que las de compradores normales la rebaja fue de entre 7% y 10%.

Por ejemplo, por un inmueble con precio de 5 millones de pesos se ofertaron 4 millones 300 mil, y eso provocó que se presentaran hasta tres ofertas, dijo.

En algunas ocasiones se aceptó la postura, aunque en otras no.

“Si se hubieran aceptado todas las ofertas hubiéramos cerrado con más ventas de las que se hicieron”, destacó.

Además, explicó que a inicios del presente año bajaron las ventas por el fenómeno de la cuesta de enero, aunque a partir del mes pasado se empezaron a reactivar las operaciones, pero la diferencia es que ya no hay rebajas como las que se detectaron hacia el cierre de 2020.

“Hoy otra vez se ajustan los precios de las propiedad al alza. Viene la vacunación contra el Covid-19 y se esperan menos contagios; todo eso son factores que toma en cuenta el mercado”, afirmó el directivo.

Erives comentó que mientras en el primer semestre de 2020 hubo una contracción de alrededor de 8% en el mercado inmobiliario, en la segunda mitad las ventas subieron en ese mismo porcentaje, “lo que ayudó a rescatar la contracción”.

Debido a ello, 2020 terminó sin crecimiento y sin caídas, destacó el ejecutivo.

Además, la pandemia modificó el comportamiento de los compradores, ya que durante el confinamiento las personas que buscaron vivienda revisaron en línea las características de las propiedades, a través de fotos y videos. Una vez que se relajaron las restricciones pudieron salieron a visitar aquellos inmuebles en los que realmente estaban interesados.

“En agosto y septiembre hubo un embudo, y con los contagios a la baja empezaron las visitas. Por eso, el final del segundo semestre fue de ventas”, subrayó.

Hubo personas que aprovecharon sus aguinaldos para dar el enganche y firmar escrituras, sobre todo en la primera quincena de diciembre, antes de que cerraran las notarías.

Es evidente que incluso en medio de la pandemia la vivienda es esencial, recalcó, ya que la gente se sigue casando, además de que las familias y los jóvenes, buscan dónde vivir.

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