El impacto de la pandemia de Covid-19 en los ingresos fiscales fue menos pronunciado que durante crisis previas e incluso se tradujo en mayor participación de los impuestos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) durante 2020 en países como México, Islandia y España.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer su publicación anual sobre ingresos fiscales, en la cual aseguró que en ese resultado tuvo que ver en buena medida que algunos gobiernos otorgaron apoyos a las familias y negocios.

Así, en general el porcentaje de impuestos como porcentaje del PIB subió de 33.4% a 33.5% entre 2019 y el año pasado. Sin embargo, los ingresos fiscales nominales cayeron en casi todos los países que integran el organismo internacional.

En el caso de los países donde los ingresos fiscales registraron un mayor avance como porcentaje del PIB se observó un incremento de 1.9 puntos porcentuales en España, pasando de 34.7% a 36.5%, así como 1.6 puntos porcentuales en México, de 16.3% a 17.9%, y 1.3 puntos en Islandia, de 34.8% a 36.1%.

OCDE: crece recaudación con relación a economía
OCDE: crece recaudación con relación a economía

El reporte mostró que los ingresos fiscales de los países de la OCDE, como porcentaje de su PIB, se ubican en rangos que van de 17.9%, en el caso de México, hasta 46.5% en Dinamarca.

A mediados del mes pasado, el exsecretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, se refirió a la última posición de México entre países miembros de la organización. En un encuentro empresarial, señaló que el país tiene un gobierno chiquito, porque recauda poco de impuestos con relación al PIB, lo que limita el margen de acción.

En niveles bajos están también Colombia, con 18.7%; Chile, 19.3%; Irlanda, 20.2%, y Turquía, 23.9%.Por el contrario, entre los países con mayores niveles destacan Dinamarca, con 46.5%; Francia, 45.4%, y Bélgica, 43.1%. Además, Estados Unidos registró 25.5%.

“Se observaron incrementos (de los ingresos fiscales como porcentaje del PIB) en 20 países y decrementos en otros 16 países con información disponible de 2020”, dijo la OCDE.

Esto demuestra que los apoyos públicos a las empresas y familias contribuyen a estabilizar la economía y proteger el empleo, disminuir bancarrotas y reducir impactos como los vistos en otras crisis económicas, como la de 2008 a 2009.

En el estudio, la OCDE dijo que la menor actividad económica que se registró por el confinamiento decretado en varios países, así como por otras restricciones, redujo la participación de la mano de obra, el consumo de las familias y las ganancias de las empresas, lo que afectó los ingresos fiscales.

Para muchos países, el impuesto al ingreso y a las ganancias fueron importantes para el erario público, pues entre la membresía de la OCDE se obtienen el equivalente a 33.1% del PIB mediante ese tipo de contribuciones.

La OCDE recordó que en 2020 el PIB mundial retrocedió 3.5%, mientras que entre sus 38 países miembros la caída en términos reales fue de 4.8%, con la mayor contracción en el segundo trimestre de 2020.

Para el organismo, hay grandes diferencias entre la crisis de 2009 y la generada por el coronavirus, puesto que en el primer caso los bancos y el sistema financiero fueron el centro de la debacle y hubo mucha interconexión con el resto de la economía.

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