Producto de la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19, más de 13 millones de personas de los estratos medios y altos pasaron a las filas del 40% de la población con ingresos laborales más bajos del país, mostró el estudio de Movilidad social en el mercado de trabajo, elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

“Lo que hemos observado es que 13 millones de personas que no eran pobres cayeron en esa condición, y estos provenían fundamentalmente de los estratos intermedios, pero también de los altos, estas son personas que no vivieron una situación de pobreza en 2019 y ahora se agregaron”, explicó Rodolfo de la Torre, director del Programa de Desarrollo Social con Equidad del CEEY.

El especialista reconoció que también salieron casi 10 millones de personas de la pobreza debido a que la pandemia generó considerables desigualdades.

“Hubo personas que pudieron mejorar su actividad económica, quizás porque se dedicaron a la venta de alimentos o productos que no fueron afectados por la pandemia y que fueron más demandados durante ella, pero muchos más que no pudieron superarla al ver deteriorado su ingreso y posibilidad de tener un empleo, y cayeron en la pobreza”.

La clave detrás de que unos hayan salido y otros hayan entrado a la pobreza es que la pandemia tuvo efectos importantes sobre la desigualdad, destacó Rodolfo de la Torre

Roberto Vélez, director ejecutivo del CEEY, dijo que si se ve en términos absolutos, en 2020 son 3 millones 250 mil personas las que en términos netos pasaron a los ingresos más bajos del país, es decir, alrededor de 4%, esto es por el factor de movilidad, precisó.

Por otra parte, el estudio reveló que la pandemia profundizó la exclusión laboral, que corresponde a las personas que tienen necesidad o deseos de trabajar, pero que no están ocupadas ni buscan trabajo. Esto se debe principalmente a razones de género, como el embarazo, el matrimonio, el cuidado de niños, familiares enfermos o ancianos, o la prohibición de trabajar por parte de un familiar, comentó Rocío Espinosa, investigadora del CEEY.

El 75.5% de las personas excluidas son mujeres. En cifras, más de 300 mil mujeres se sumaron a la exclusión contra más de 200 mil hombres, en 2020.

Para que se recupere parte de la movilidad social perdida, los especialistas consideran que se requiere un programa integral de reactivación de al menos un punto del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Para reducir la proporción de trabajadores que caen en pobreza a lo largo de cada año, se requiere establecer un esquema que rompa con la dualidad del mercado laboral y universalice la protección social, de tal manera que los avances en combate a la pobreza laboral se sostengan con el tiempo, advirtieron los investigadores del CEEY.

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