Los entre México y Estados Unidos corren el riesgo de subir de tono a causa de las elecciones presidenciales que se desarrollarán este año en ambos países, con un panorama aún más complicado si Donald Trump regresa a la Casa Blanca, consideraron especialistas.

Las administraciones de Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador no han quedado exentas de encontronazos al amparo del Tratado entre México, EU y Canadá (T-MEC), acuerdo comercial que será revisado en 2026, un proceso que también puede complicarse.

El exjefe técnico de México en la negociación de ese tratado trilateral, , dijo que hay muchos irritantes “que se exacerban por las elecciones, porque los sectores tienen derecho de picaporte para demandarle a sus gobiernos que hagan algo al respecto de un conflicto. Todo se magnifica en época electoral”.

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Aunque mucho se mueve dependiendo del calor electoral, también hay otros problemas que tienen que ver con el proteccionismo y el hecho de que los estadounidenses quieren frenar la presencia de China en su territorio.

Para el negociador del capítulo ambiental del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Jorge Molina, los legisladores republicanos estadounidenses, a petición de Donald Trump, buscan bloquear cualquier iniciativa que vaya a favorecer a Joe Biden en esta campaña electoral.

Dijo que las elecciones presidenciales generan presión, donde cobran relevancia temas como la migración y el objetivo de frenar la entrada de China al mercado de Estados Unidos.

El socio del área de práctica de Comercio Exterior y Aduanas del despacho Sánchez Devanny, Alberto Campos, expuso que mientras en Estados Unidos hay temas comerciales que se utilizan políticamente, en México los candidatos presidenciales no los han integrado a su discurso.

Amigos y rivales

El año pasado, la relación comercial entre las dos naciones generó intercambios por 745 mil millones de dólares, con exportaciones de México a EU por 490 mil millones, así como importaciones desde la Unión Americana por 255 mil millones de dólares.

Entre ambos países están vigentes diferencias sobre la política energética y la prohibición al maíz transgénico para consumo humano del gobierno mexicano, así como la amenaza estadounidense de imponer aranceles al acero y aluminio nacional, y la aprobación de una regulación de la Unión Americana para el etiquetado de carne que afecta a ganaderos de México.

También se suman diversas solicitudes de Estados Unidos para aplicar el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida contra empresas mexicanas, la negativa estadounidense a cambiar la fórmula para medir el contenido regional de los vehículos, y el cierre de cruces fronterizos en Texas por supuestas violaciones migratorias.

La regulación de la carne discrimina al producto mexicano, lo que constituye “un tema proteccionista desde su inicio, y va a seguir, porque si lo aprobaron tuvo que ver con el año electoral”, expuso Smith.

Ese asunto “tiene un efecto publicitario” para Estados Unidos, y se avaló ante las presiones de los ganaderos de ese país, aunque México bien puede iniciar una controversia al amparo del T-MEC, dijo a su vez Campos.

Impulsar lo hecho en Estados Unidos, como se está promoviendo en el sector cárnico, será una bandera política, agregó.

Comercio de México y Estados Unidos. Fuente: Banco de México
Comercio de México y Estados Unidos. Fuente: Banco de México

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Proteccionismo y Trump

Hay conflictos comerciales del gobierno estadounidense con México que se convertirán en bandera electoral para Biden y Trump, dijo el socio del área de práctica de Comercio Exterior y Aduanas de Sánchez Devanny, Roberto Serralde.

En ese caso se encuentra la amenaza de aplicar aranceles al acero nacional, lo que tiene también que ver con actitudes proteccionistas y porque preocupa que llegue acero asiático vía México.

“Si lo extrapolamos a temas electorales, que es la bandera de Trump, va a ir en el sentido de proteger la producción de Estados Unidos, pero no solamente de acero, sino también en la industria automotriz”, dijo.

“Por el lado de nuestro país, también la industria siderúrgica es muy cercana al gobierno mexicano y estarán promoviendo que los mexicanos sean un importador confiable”.

Tanto republicanos como demócratas tienen el objetivo de frenar el avance chino en América del Norte, porque se considera al gigante asiático como una amenaza, coincidió Smith.

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