Los dos principales motores de la economía mexicana reportan un frágil comportamiento: mientras la recuperación del consumo privado se debilita, la inversión se estancó en octubre, indican los datos más recientes publicados por el Inegi.

Con cifras ajustadas por estacionalidad, la inversión fija bruta, que representa los gastos realizados en construcción, en maquinaria y equipo total, de origen nacional e importado, se mantuvo sin cambios en términos reales durante octubre de 2021 respecto al mes anterior.

Por componente, los gastos efectuados en maquinaria y equipo total crecieron 2.8%. En particular la inversión de maquinaria y equipo nacional subió 4.4%, mientras la de origen importado alcanzó sólo 0.5%.

Por el contrario, los gastos en construcción disminuyeron 0.6% a tasa mensual. Al interior, la debilidad se concentró en el rubro no residencial, contrayéndose 1.0%, mientras que la residencial no mostró cambios.

En octubre pasado, la inversión fija bruta creció 7.6% a tasa anual en términos reales. A su interior, los gastos en maquinaria y equipo total se elevaron 14.3% y en construcción ascendieron 3.7% con relación a los del mismo mes de 2020.

Pese a lo anterior, la inversión se ubica 16.6% debajo del máximo histórico de septiembre 2015 y 3.7% abajo de febrero de 2020.

Se debilita consumo

Por su parte, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior presentó un alza de 0.2% durante octubre de 2021, con lo que hiló cuatro lecturas con variaciones mensuales positivas, pero se moderó respecto a septiembre, cuando alcanzó un crecimiento de 0.8%.

Pese al avance mensual, el indicador aún está 3.1% debajo de sus niveles registrados en enero de 2020, previo a la pandemia.

El repunte del consumo de bienes importados en octubre compensó la moderación en el de bienes nacionales y el estancamiento del de servicios, comentó Iván Huerta, analista económico de Ve por Más.

Por componente, el consumo en bienes de origen importado creció 1.4% y el de bienes y servicios de origen nacional avanzó 0.1% en octubre pasado respecto a septiembre. El crecimiento de la adquisición de productos foráneos se debió, en cierta medida, al desahogo parcial en cuellos de botella en el comercio global que provocó el Covid-19.

La demanda de bienes nacionales reportó un alza mensual de 0.1%, mientras que los servicios se estancaron, posiblemente debido a que, si bien ya venía presentando una tendencia a la baja, el contagio era elevado a inicios del mes.

En el mes de referencia, el consumo privado en el mercado interno mostró una variación anual de 6.8% con base en cifras desestacionalizadas. A su interior, el gasto en bienes de origen importado ascendió 23.3% y el efectuado en bienes y servicios nacionales tuvo un alza de 4.9% (en servicios subió 8.7% y en los bienes en 1.3%), a tasa anual.

Entre los factores que pudieron respaldar el crecimiento del consumo en octubre del año pasado, las remesas se aceleraron a 33.8% a tasa anual, mientras que la confianza del consumidor subió hasta 43.7 puntos.

Por otro lado, un factor que pudo limitar el dinamismo del indicador fue el deterioro en el poder adquisitivo de los hogares, pues la inflación creció 6.24% anual en octubre pasado.

Los contagios bajaron en buena parte del último trimestre del año pasado, mientras que el empleo vio mejoras adicionales, lo que daría soporte a la recuperación del consumo privado para lecturas de noviembre y diciembre de 2021, explicó Huerta.

Sin embargo, a inicios de 2022 el incremento en los contagios podría debilitar al consumo, especialmente en servicios.

Inversión y consumo muestran fragilidad
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