El valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados a la familia registró un equivalente a 5.5 billones de pesos, lo que representó el 23.5% del PIB en México, de acuerdo con la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México, 2018, del Inegi.

La mayor parte de estas labores las realizaron mujeres, con 76.4% del tiempo que los hogares destinaron a estas actividades; asimismo corresponde a 75.1% si se habla en términos del valor económico.

En los últimos 10 años, la tasa de participación femenina en trabajos en América Latina se ha estancado en 53%, colocando un techo en la incorporación de mujeres a labores remuneradas.

Genera 5.5 bdp trabajo no remunerado: Inegi
Genera 5.5 bdp trabajo no remunerado: Inegi

Respecto al uso del tiempo, se ha demostrado que las mujeres en América Latina tienen una carga total de trabajo sistemáticamente mayor a la de los hombres.

La tradicional división sexual del trabajo, muy presente en la región, asigna el no remunerado a las mujeres. Esto es una de las barreras para incorporarse al mercado laboral y acceder al desarrollo personal y profesional.

El año pasado, los resultados en cifras netas per cápita mostraron que cada persona participó en promedio con el equivalente a 42 mil 602 pesos anuales por sus labores domésticas y de cuidados.

Al desagregar este valor, según el sexo de quien realizó estas actividades, el trabajo de las mujeres tuvo un valor equivalente a 59 mil 617 pesos, mientras que el de los hombres alcanzó los 22 mil 390 pesos en el mismo año, es decir, 62% menos que el de la labor femenina.

Al observar el valor del trabajo doméstico y de cuidados por decil de hogar, las mujeres del decil I (con menores ingresos) contribuyeron con 63 mil 307 pesos en promedio al año; en el décimo decil (con mayores ingresos) lo hicieron con un equivalente a 56 mil 450 pesos en el mismo periodo.

La contribución de los hombres presentó, para los mismos deciles (I y X), niveles de 19 mil 872 y 24 mil 76 pesos, respectivamente.

De las labores realizadas por menores de edad, la desigualdad por género es menos pronunciada. Por ejemplo, entre la población de entre cinco y 11 años durante 2018, las niñas aportaron 6 mil 27 pesos y los niños con 5 mil 628 pesos.

En el periodo de 2008 a 2018, el valor de estas actividades pasaron de una participación equivalente a 19.3% del PIB nacional en el primer año a 23.5%.

Para avanzar en la igualdad de género se requiere un reconocimiento efectivo del aporte de las mujeres a las economías nacionales a través de su trabajo no remunerado, de políticas que permitan la reducción y una redistribución más equitativa de estas labores entre mujeres y hombres, la sociedad y el Estado, advierten expertos.

Las leyes sobre protección de la maternidad y apoyo a trabajadores con responsabilidades familiares resultan una herramienta fundamental para promover la corresponsabilidad del cuidado entre mujeres y hombres, desde el mundo del trabajo.

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