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El futuro de las inversiones en territorio mexicano puede estar en riesgo, pues depende del tipo de acuerdo que alcancen hoy los socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), fecha límite para que el presidente Enrique Peña Nieto pueda firmarlo antes de dejar el cargo.

En la mesa de análisis que realizó EL UNIVERSAL “¿En qué cedió México en acuerdo comercial con Estados Unidos?”, la socia de comercio exterior de Baker McKenzie, Adriana Ibarra, dijo que en varios sectores, como en el automotriz, podría frenarse la inversión tras conocerse los consensos que alcanzaron ambos gobiernos el pasado lunes.

Sin embargo, el asesor de comercio exterior del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Francisco de Rosenzweig, expuso que por ahora no se puede decir que se estancará la entrada de capital foráneo, pues todavía siguen abiertas las negociaciones y puede haber cambios.

“No podemos hablar de que no vamos a traer nueva inversión o nos vamos a estancar, vamos a esperar a ver qué dice Canadá, porque son escenarios muy distintos si hablamos de un tratado trilateral, o un acuerdo por si mañana [hoy] no hay humo blanco y enfrentaríamos un escenario distinto, que es con lo que juega Trump”, expuso.

Agregó que en el tema automotriz aún falta conocer los acuerdos entre Canadá y Estados Unidos, a fin de hacer el balance final.

Para De Rosenzweig, si bien es positivo que se encontró un punto en común, “la esencia del tratado tiene que ser trilateral, no podemos darnos el lujo de que sea bilateral”.

Ibarra dijo que hasta el momento se sabe que en la sección de solución de diferencias entre inversionistas y Estado se estableció que podrá haber páneles arbitrales cuando haya violaciones directas a expropiaciones contra empresas, o cuando se dé un trato discriminatorio y no el de Nación Más Favorecida que estableció la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Además, se advierte que el mecanismo de resolución de disputas entre una empresa y el Estado solamente aplicará para industrias de telecomunicaciones, energía, infraestructura y transporte.

“Ahí cedió Estados Unidos, porque quería que se eliminara el capítulo 11 de solución de diferencias inversionista-Estado, y cedió México, porque se limitó a las industrias que se les daría protección”, dijo.

En lo que respecta a inversiones en el sector automotriz “lo que se va a frenar es la inversión futura”, agregó, porque lo que hasta ahora se sabe es que las plantas actuales se van a proteger para que en el peor de los casos paguen 2.5% de arancel, pero las nuevas inversiones que no cumplan con la regla de origen de 75% de insumos de América del Norte, deberán pagar 25%.

Ibarra dijo que en general el consenso México-EU “en principio es un buen acuerdo, porque México no se podía dar el lujo de no tener uno”.

Agregó que ambas partes cedieron en temas como la cláusula sunset, solución de controversias y “donde más perdió México, fue en el tema de la industria automotriz”.

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