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Con el fin de contar con una canasta de bienes y servicios que refleje las preferencias y las modificaciones en los patrones de consumo de los hogares, así como el comportamiento del mercado actual y que evite el sesgo por la antigüedad de los ponderadores, el Inegi anunció el cambio de año base para la medición del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de la segunda quincena de diciembre de 2010 a la segunda quincena de julio de 2018.

Los resultados se verán reflejados a partir de la primera quincena de agosto de 2018, después de la elección presidencial, informó el presidente del Inegi Julio Santaella.

El proceso es algo más complejo que un simple cambio de año base y comprende cinco componentes: uno, actualización de canasta de bienes y servicios; dos, actualización de los ponderadores; tres, definición del periodo contra el cual se compararán los precios; cuatro, introducción del nuevo diseño estadístico, y cinco, aumento de la cobertura geográfica.

En este cambio se actualiza la canasta de bienes y servicios, que aumenta de 283 a 299 genéricos. Ello significa la incorporación de nuevos productos como leche de soya, té, transporte escolar, servicios para mascotas y paquetería, entre otros. También implica el desglose y fusión de otros, así como la salida de calentadores de agua, que se incluirán en servicios de vivienda, y larga distancia nacional, que actualmente es cero.

Con estos ajustes, la medición del índice se incrementa de 46 a 55 áreas geográficas, con la inclusión de Pachuca de Soto, Cancún, Coatzacoalcos, Esperanza, Izúcar de Matamoros, Atlacomulco, Saltillo, Tuxtla Gutiérrez y Zacatecas. Además, por primera vez se detallará la inflación por entidad federativa.

Para la actualización de los ponderadores se utilizaron las Engasto (Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares) 2012 y 2013, y adicionalmente, para algunos genéricos, la ENIGH (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares) 2014. Además, se incluyó el patrón de consumo de hogares en localidades menores a 15 mil habitantes.

La incorporación de un nuevo diseño estadístico permitirá agregar un consumo más representativo al utilizar más fuentes de información. Incluso, todas las unidades económicas serán parte del objetivo de seguimiento para conocer precios a partir de los Censos Económicos de 2014.

Cabe destacar que con la nueva metodología desaparecen las mediciones de la llamada canasta básica, así como la medición de la inflación por estrato de ingreso. Ahora la base de comparación de la inflación será la segunda quincena de julio de 2018 (año 100), mientras que anteriormente se tenía la segunda quincena de diciembre 2010. Esto significa que considera un mes menos estacional que el anterior.

La materialización de los cambios, junto con la publicación de un documento metodológico con los mismos, serán publicados el próximo 23 de agosto de 2018. Se anunció el proceso un año antes por diversos factores, tales como tener una buena comunicación, calibrar sistemas y procesos, y ajustes de calidad como ISO 9000.

Por otra parte, los precios al productor también sufrirán cambios, pero éstos serán anunciados por el Inegi más adelante en el año.

Si bien los ajustes permitirán contar con una medición más actual de la inflación, los nuevos datos ya no serán completamente comparables con años anteriores, dijo el Inegi.

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