Para el sector privado, el primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador dejó promesas pendientes, entre las más importantes la falta de crecimiento económico, al estar muy lejos de la meta de 4%, y en medio de un recrudecimiento de la inseguridad.

Sin embargo, también se reconoce que hubo aciertos como la lucha contra la corrupción y la política de austeridad.

El presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), José Manuel López Campos, afirmó que el Presidente cumplió su promesa de combatir la corrupción, en tener una política de austeridad al eliminar lo superfluo y generar programas sociales incluyentes para los sectores vulnerables. Además, agregó, hay buen manejo de las variables macroeconómicas.

Sin embargo, entre lo negativo está la inseguridad, el estancamiento económico, así como los vacíos que se generaron con la desaparición de organismos como el Instituto Nacional del Emprendedor, ProMéxico, el Consejo de Promoción Turística de México, o la reducción de presupuesto a instituciones autónomas.

Expuso que se tomaron decisiones que impactan el desarrollo económico y el bienestar de las personas, y hace falta que los cambios sean graduales.

Entre los pendientes está tener programas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, apoyos a la innovación y tecnología, y revisar el pacto fiscal con estados y municipios para que haya mayor equidad en el gasto.

Es importante seguir adelante con el Acuerdo de Inversiones para la Infraestructura, porque fue un paso importante que anunció el presidente junto con la iniciativa privada para desarrollar infraestructura en todos los sectores. Debe mantenerse el ritmo para que en enero se tenga listo el nuevo paquete de obras energéticas, de salud, vivienda y turismo, agregó López Campos.

Los presidentes de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, y el de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes, coincidieron en que el país enfrenta un estancamiento económico y es necesario invertir en infraestructura para lograr impulsar la actividad productiva.

De Hoyos afirmó que la “economía tiene un nulo crecimiento que se explica por factores internos, como la caída en la inversión, deterioro de sectores prioritarios como la construcción, estancamiento del consumo y un suberjercicio del gobierno federal”.

Agregó que la cancelación de proyectos como el aeropuerto de Texcoco incrementó la desconfianza e incertidumbre de los inversionistas. El Estado de derecho es débil y hay una regulación ineficiente, además de que fue negativo desaparecer organismos como el que apoyaba a las pequeñas y medianas empresas y las Zonas Económicas Especiales.

Añadió que si bien entre lo positivo está la conformación de la Guardia Nacional y el combate a las bandas criminales dedicadas al robo de combustible, la estrategia de seguridad es nula o inexistente.

Se nombró un fiscal general que no garantiza la independencia y autonomía, además de que hay nombramientos cuestionables de funcionarios, y se aprobaron la consulta popular y la revocación de mandato.

Hay un retroceso en materia educativa, al desaparecer la evaluación de los docentes, y en materia de salud es negativo desaparecer el seguro popular, hay desabasto de medicinas, crisis en los institutos de salud y hospitales de alta especialidad.

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