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El consumo privado fue el principal motor de la demanda global de la economía mexicana en el tercer trimestre del año, luego de que en el periodo anterior se había reportado una caída, reportó el Inegi.

La demanda global (igual a la oferta global) de bienes y servicios aumentó 1.1% en términos reales entre julio y septiembre respecto al trimestre inmediato anterior, con series ajustadas por estacionalidad. En contraste, en el periodo abril-junio se contrajo 0.4%.

Las cifras del PIB en lo que corresponde a la demanda muestran el impulso del consumo privado y la inversión privada. Lo anterior, a medida que se empieza a diluir el impacto del gasto público, compuesto por el consumo de gobierno más la inversión pública, comentó Francisco Flores, analista de Banorte.

Por componentes, el consumo privado se incrementó 0.5%, cuando un trimestre antes se había estancado. El consumo del gobierno tuvo una caída de 1.6%, la contracción trimestral más fuerte desde el segundo trimestre de 2009.

Por su parte, la formación bruta de capital fijo, es decir, la inversión física en construcción, maquinaria y equipo, disminuyó 0.7% en el tercer trimestre, baja inferior al retroceso de 1.1% reportado en el periodo inmediato anterior.

Por segmentos, la inversión física tuvo un comportamiento diferenciado. Mientras que la formación bruta de capital reportó un alza de 0.3%, la privada se contrajo por segundo trimestre consecutivo.

Finalmente, las exportaciones no reportaron ninguna variación en el periodo analizado.

Por lo que se refiere al avance de la oferta de bienes y servicios (similar a la demanda), fue resultado del incremento de 0.8% en el Producto Interno Bruto y de 1.6% en las importaciones de bienes y servicios en términos reales entre julio y septiembre, frente al trimestre previo.

Hacia adelante, Flores prevé que el consumo privado seguirá mostrando dinamismo.

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