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En 2017, Pemex llevó a cabo un segundo intento por marcar las gasolinas como estrategia para el combate al mercado ilícito de combustibles, pero esta vez la falta de presupuesto mandó a la congeladora esta iniciativa.

Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador denunciara que el ex mandatario Vicente Fox evitó que se marcaran los combustibles para combatir su robo incluso oponiéndose a su director de Pemex Refinación, de donde salió la propuesta, Petróleos Mexicanos dio a conocer que el proyecto de marcación de combustibles en seis terminales de almacenamiento y reparto de las zonas norte (Cadereyta, Santa Catarina y Reynosa) y occidente (Zapopan, El Castillo y Zamora), se suspendió temporalmente.

López Obrador explicó que en 2004, Fox presentó una controversia constitucional ante la Corte para eliminar un transitorio del paquete presupuestal de ese año que contemplaba el uso de marcadores de gasolina.

En octubre pasado, de acuerdo con información entregada por el ex director de Pemex, Carlos Treviño Medina, como parte del proceso de entrega-recepción, precisa que hubo una segunda iniciativa en la pasada administración que consideraba el servicio de marcación de los combustibles Pemex Magna, Diésel y Premium comercializados en las terminales a clientes de la empresa en las zonas norte y occidente del país.

Los servicios, detalla en la Memoria Documental Servicio de Marcación en Combustible, elaborada por Pemex Logística, buscaban asegurar “la trazabilidad de la cadena de suministro de los clientes de Pemex, así como contar con un mecanismo de verificación de la calidad de los productos, con la finalidad de brindar un mejor servicio a los clientes. Sin embargo, “durante el periodo de prueba” se suspendió por razones presupuestales”.

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