Ante la actual situación en la que se encuentra el Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) de solamente tener un integrante de los siete que debiera tener, la solución a los problemas comerciales corre el riesgo de quedar en manos de instancias regionales o hasta bajo la ley de la selva.
El exintegrante y expresidente de dicho Órgano de la OMC, el mexicano Ricardo Ramírez , dijo que “ante la falta de gobernanza global solo queda la ley de la selva”.
En clara alusión a Estados Unidos, dijo que se ha visto como el país más poderoso del mundo amenaza con imponer aranceles a determinados productos y a pesar de que viola normas internacionales “no hay nadie que le diga nada”.

Durante la sesión de la Comisión de Comercio y Políticas de Inversión del International Chamber of Commerce (ICC), el exembajador de México ante la OMC, Roberto Zapata, dijo que Estados Unidos busca tener un mecanismo de solución negociada en el que se apliquen más “las reglas del barrio” y no se sometan a los acuerdos internacionales.
Afirmó que esta parálisis que vive el Órgano de Apelaciones, eventual y paulatinamente tendrá un impacto en la política comercial de México y del mundo.
Explicó que entre los integrantes de la OMC se busca una solución para salvar el sistema de controversias comerciales, pero para hacerlo sobrevivir necesariamente se necesita de Estados Unidos.
Coincidieron en que mucho del futuro de este sistema multilateral de resolución de diferencias comerciales enfrentará su punto más crítico en noviembre del 2020, cuando se sepa si se reelegirá o no el presidente estadounidense, Donald Trump
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