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Alejandro Valenzuela del Río, director general de Banco Azteca, admite que el presidente de Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, sí tiene una buena relación con el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pero rechazó que esto haya influido para que la institución haya sido elegida por el gobierno federal para hacerle llegar los recursos de los programas sociales a los beneficiarios.

AMLO no eligió a Banco Azteca por cuates: Valenzuela
AMLO no eligió a Banco Azteca por cuates: Valenzuela

Explica que Banco Azteca no va “hacer dinero” con este proyecto, porque no van a ganar un solo quinto, al contrario, va a costar en inversión, como la contratación de personal, la adquisición de plásticos y el traslado de dinero, pero reconoció que buscarán que los beneficiarios de los apoyos se conviertan en sus clientes para bancarizarlos, abrirles cuentas y sean sujetos de créditos a futuro.

Explica que si Banco Azteca llega a ser el “banco favorito” del gobierno federal será porque se lo ganaron y nadie les regaló nada.

¿Cómo se eligió a Banco Azteca para llevar a cabo este proyecto del gobierno federal?

—Hay una confusión en la que se piensa que la buena relación que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador y el presidente del consejo de Banco Azteca, de Elektra y de Grupo Salinas, que es Ricardo Salinas, tenga algo que ver con ello. Ciertamente la empatía es importante, pero la racionalidad de lo que vimos aquí es que la infraestructura que tiene Banco Azteca es única y se sabe muy poco de ella por la juventud del banco que este año va a cumplir 17 de años. Hoy muy poca gente sabe que somos el banco que más sucursales tiene en más municipios en México, estamos presentes en 780 municipios, de los cuales en 170, no hay otro banco más que nosotros. Somos el único banco abierto los siete días de la semana, los 365 días del año de 9 a las 21 horas. Somos el principal empleador bancario en México con 46 mil personas; cuando estaba en Banorte éramos 24 mil y Bancomer debe estar ligeramente arriba de los 30 mil. Nuestro objetivo siempre ha sido la banca popular. La mitad de las remesas prácticamente las reparte Banco Azteca a lo largo y ancho del país, cerca de 280 mil millones de pesos que le entregamos a millones de usuarios, de hecho son 46 millones de transacciones nada más de remesas cada año.

¿Qué obtendrán?

—Es poco sabido, que este no es un tema para hacer dinero, sí es para ir generando clientes en el tiempo, pero de esto no vamos a hacer un quinto, de hecho nos está costando en temas de logística, en tener el dinero para darlo a la gente, el tema de llevar ese efectivo a cada uno de los puntos a donde los vamos a estar entregando, el asegurarnos que esa gente sea plenamente identificada y darle cuentas claras al gobierno implica un enorme esfuerzo. De esto vivimos y nuestro esfuerzo será ir convenciendo a esta gente de que podemos ser una de sus mejores opciones para bancarizarlos y sí vamos a estar buscando más inclusión financiera.

¿Contratarán más personal?

—Somos de las pocas organizaciones financieras que en los últimos años ha crecido de manera monumental porque estamos atacando nichos de mercado donde se requiere más banca. No es accidente que el Presidente haya visto a Banco Azteca como opción, pocos individuos conocen México con su profundidad, hay quienes me han dicho que le ha dado la vuelta a todos los municipios tres o cuatro veces. Algo debemos tener a pesar de los críticos que él haya visto, independientemente de la relación con el señor Salinas, para que esto sea una realidad, no es de cuates, es de profesionales y es en beneficio del país.

¿No fue por favoritismo, fue por capacidad operativa y de infraestructura?

—Y me remito a las pruebas, ahí está con toda claridad. Hay quien dice por ahí en la conferencia que tuvo el lunes el Presidente, que se nos acusaba de ser un mal banco o de malos servicios. [Los invito] a ver los indicadores de la Condusef, somos de las instituciones mejores calificadas, claro que manejando 15 millones de clientes a veces tenemos malas experiencias, lamentablemente tuvimos compañeros que no actuaron correctamente, es cierto, pero somos una institución que busca mejorar todos los días.

¿Cómo se llegó a esta decisión? ¿Hubo cabildeo?

—No. Es un tema del gobierno, al final de cuentas nos pidieron, yo me enteré en septiembre que el presidente electo, López Obrador, estaba invitando a hacer un programa de apoyo social sin precedentes en México, tanto para los jóvenes desempleados, la gente más vulnerables o también la de la tercera edad para ir cerrando brechas. Seguramente se analizó la infraestructura bancaria, y la banca de desarrollo que tiene esas capacidades es Bansefi, hoy en día el Banco del Bienestar, y cuando analizamos a Bansefi no tiene las capacidades que tiene Banco Azteca. No hay una cuestión de porque son mis cuates, no. Qué bueno que el Presidente y el señor Salinas tengan una buena relación, lo celebro, pero lo más importante es que somos un banco profesional.

¿Cómo funcionará?

—Didácticamente hay un programa del gobierno que es manejado por el gobierno y simplemente somos el que permite que esos recursos le lleguen íntegramente a sus destinatarios finales, sin intermediarios, porque una también de las grandes preocupaciones que tiene el Presidente es el clientelismo, que se desarrolló en el país durante muchos años, en las cuales intermediarios utilizaban esos recursos para propósitos particulares.

¿Se maneja que al paso de los años Banco Azteca va a ser el banco favorito del gobierno federal?

—Esas especulaciones me parecen de fuego amigo, de compañeros. Yo creo que lo que seamos nos lo tenemos que ganar a pulso y lo que podamos hacer tendrá que ser convenciendo a la gente que podemos ser su mejor opción, eso de que simplemente por decreto ya no existe. Pero los vamos a ganar, centímetro por centímetro nadie nos va a regalar nada.

¿A cuántas personas piensan llegar, cuántos recursos van a manejar?

—Esto es progresivo, la ambición es dar 300, 400 o hasta 500 mil millones de pesos de apoyos para distintos grupos que hoy en día tienen enorme rezago y necesidades que busca el gobierno subsanar y va a ser progresivo, ya comenzamos, por ejemplo, con temas piloto particularmente en aquellos en que el Presidente nos ha pedido que vayamos estando listos.

¿Está blindada la infraestructura de Banco Azteca contra fraudes?

—No hay la menor duda de que el dinero de la gente está seguro con nosotros hoy en día tenemos la referencia de Guardadito y la gente está contenta, es un producto insignia en el país y los hechos hablan solos.

¿Inversión para este programa?

—Va a depender de los despliegues que se vayan dando. Por ejemplo, ya tuvimos que solicitar 5 millones de plásticos de tarjetas de débito, si calculas que cada una cuesta entre 25 y 30 pesos ahí va de entrada una inversión que se tiene que hacer y así vas viendo costos adicionales. El traslado del efectivo va a depender de cómo nos organicemos con todas las empresas que se dedican a trasladar activos y recursos a lo largo y ancho del país y que también es oneroso.

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